PISTAS PARA SU LECTURA
Como es ya tradición, el Papa Francisco envía a la
Iglesia su mensaje de Cuaresma, como una forma de ir preparando el corazón para
vivir este tiempo litúrgico de preparación a la Semana Santa y a las Fiestas
Pascuales. El título del mensaje para este 2015 es “Fortalezcan
sus corazones” (St 5,8).Lo que queremos hacer en esta columna es ofrecer
algunas pistas para su lectura, identificando los temas principales que
Francisco aborda y cuáles son los desafíos para la vivencia eclesial de la
Cuaresma. A nuestro juicio lo presentado en el mensaje no se limita a los
cuarenta días previos a la Semana Santa sino que constituyen una oportunidad
para que como cristianos podamos estar en conversión y renovación permanente.
En primer lugar presentaremos el esquema del Mensaje.
1. Presentación
2. Pasajes bíblicos para la
renovación del Pueblo de Dios
2.1 “Si uno mismo sufre, todos sufren con él” (1 Co
12,26) – La Iglesia
2.2 “¿Dónde está tu hermano? (Gn 4,9) – Las parroquias y
las comunidades
2.3 “Fortalezcan sus corazones” (St 5,8) – La persona
creyente
Francisco presenta tópicos recurrentes en sus
mensajes, Exhortaciones Apostólicas o Encíclicas. Uno de ellos es presentar la Encarnación del Verbo como centro de la
historia de la Salvación, fundamento del cristianismo y sentido de la Iglesia.
En el caso del mensaje para la Cuaresma 2015, la Encarnación aparece
contrapuesta con la indiferencia, y
más aún con la llamada globalización de
la indiferencia, concepto que aparece dos veces. ¿Cuáles son las características de este fenómeno mundial?:
- Nos olvidamos de los demás.
- No nos interesan los problemas de los otros, ni sus
sufrimientos, ni las injusticias que padecen.
- Experimentamos una actitud egoísta y un malestar
global.
- Nos cerramos en nosotros mismos.
- Hay dureza del corazón y vivencia del odio.
Ahora bien ¿cómo se manifiesta la Encarnación en el
contexto de la globalización de la indiferencia? ¿tiene algo que decir el Dios
encarnado en Jesucristo a una sociedad opaca y fragmentada (Documento de
Aparecida? La Encarnación lo que viene a hacer es humanizar una sociedad
deshumanizada, en palabras de Francisco “la
Cuaresma es un tiempo propicio para mostrar interés por el otro, con un signo
concreto, aunque sea pequeño, de nuestra participación
en la misma humanidad”.
Si la sociedad propone la indiferencia como paradigma
de comprensión y de fundamento de las relaciones interpersonales, la
Encarnación constituye un elemento que unifica y da sentido a nuestra historia
humana, esto porque este Misterio constituye, a nuestro juicio, un proyecto de humanidad.Algunas de las
características que Francisco plantea para significar la Encarnación como
superación de la indiferencia son:
- “Dios no es indiferente a nosotros, sino que está
interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y
nos busca cuando lo dejamos”
- “Cada uno de nosotros le interesa (a Dios); su amor
le impide ser indiferente a lo que nos sucede”
- Dios Padre nunca se olvida de nosotros ni tampoco
es indiferente al mundo “hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de
cada hombre”
- “En la Encarnación se abre definitivamente la
puerta entre Dios y el hombre”
Ahora bien, y si “la Cuaresma es un tiempo de
renovación (…) un tiempo de gracia” ¿quiénes deben renovarse? El Papa Francisco
hablará de toda la Iglesia como sujeto de renovación, y lo hace bajo la
comprensión de Pueblo de Dios. Se
habla de la Iglesia como tal porque es toda ella la que necesita renovarse. Francisco
sostiene “cuando el Pueblo de Dios se
convierte a su amor, encuentra las respuestas a las preguntas que la historia
le plantea continuamente” y más adelante se lee “el pueblo de Dios, por tanto, tiene necesidad de renovación, para no
ser indiferente y para no cerrarse en sí mismo”. La Iglesia no necesita
recetas mágicas para poder convertirse, sino que debe únicamente ser fiel y
escuchar atentamente al Dios que habla, y que lo hizo de manera radical en
Jesucristo por medio de la Encarnación.
El tema de la escucha es también recurrente en el
Magisterio del Papa Francisco[1].
Así él nos dice “necesitamos oír en cada
Cuaresma el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan” en
otro lugar “la Cuaresma es un tiempo
propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. Esto
sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios”. Que Francisco hable de los
profetas no es algo ingenuo, ya que ellos tienen una función social y política
que denuncian justamente esta indiferencia que el hombre tiene o con Dios o con
los hermanos. En Cuaresma se vuelve necesaria una Iglesia más profética que
despierte al mundo dormido en la globalización de la indiferencia.
El último tema que queremos considerar en estas
pistas de lectura del Mensaje de Cuaresma que hemos querido proponer es el tema
de la índole escatológica de la Iglesia que
Francisco está leyendo desde el Capítulo VII de la Constitución Lumen Gentium sobre la Iglesia en el
Concilio Vaticano II. Sobre la índole escatológica de la Iglesia se dice que:
- La Iglesia es communio sanctorum, comunión de los
santos tanto por la participación de los santos como por la comunión con cosas
santas.
- Lo escatológico de la Iglesia permite, a juicio de
Francisco, “superar los confines de la
Iglesia en dos direcciones”
1.
Unirnos a la Iglesia del cielo en oración.
2.
Vivir como Iglesia en salida asumiendo que la naturaleza de la misma Iglesia es
ser misionera.
La Iglesia en salida se actualiza en las comunidades
y parroquias, es decir, se sigue una eclesiología de la Iglesia particular propia
del Concilio Vaticano II y de la Conferencia de Medellín del CELAM (Conferencia
Episcopal Latinoamericana) el año 68’. En la Iglesia local estamos llamados a
vivir la alegría de la victoria de Cristo resucitado, la cual nos permite “superar tantas formas de indiferencia y de
dureza de corazón”. Sólo así haremos de nuestro corazón uno semejante al de
Cristo, que es “fuerte y misericordioso,
vigilante y generoso”.
La Cuaresma nos propone vivir la renovación desde el
centro mismo de la Iglesia, desde las bases (parroquias y comunidades). Es todo
el Pueblo de Dios que se sabe peregrino y escatológico que vive la alegría de
la Pascua.
[1]En la Encíclica Lumen Fidei de Francisco
aparece el tema de la escucha en su relación con la fe. Ver también mi artículo
“La Respuesta creyente como Camino, Visión y Escucha” Revista Electrónica de
Educación Religiosa (2014) http://www.reer.cl/articulos/10-43_LARESPUESTA.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenido amig@, gracias por tu comentario