NUESTRAS PARROQUIAS

Buscamos unas Parroquias que sean Comunidades generadoras de vida, en ella fuimos engendrados por el Bautismo, y ella acompaña a sus hijos desde que nacen hasta que mueren. Escuela en la que nos formamos y maduramos unos con otros en la fe por la evangelización y la formación, como tarea permanente de conversión personal y comunitaria, entendida como un proceso dinámico que nunca acaba, como experiencia profunda de Dios e interiorización de la vida de Cristo (Gál 2,20; Filp 1,21). Debe ser un lugar de encuentro y vínculo de comunión, casa abierta a todos, hogar de los pobres, plataforma misionera, donde aprendemos y vivimos en libertad, fermento de nueva humanidad. Atenta a los signos de los tiempos y a las necesidades de nuestra gente


Bizitza sortzen duen Parrokia baten bila gabiltza, bertan Bataioaren bidez sortu ginen, eta gure seme-alabei jaiotzetik hil arte laguntzen diena. Katekesi eta ebanjelizazioaren fedean hezten eta heltzen garen ikastetxea da, bihurtze pertsonal eta komunitarioko etengabeko zeregin bezala, inoiz bukatzen ez den prozesu dinamiko bat bezala ulertua, Jainkoaren esperientzia sakona eta Kristoren bizitzaren barnerapen bezala (Gal 2,20; Filp 1,21). Topagune eta elkarte-lotura izan behar du, denontzat irekitako etxea, behartuen etxebizitza, plataforma misiolaria, aske ikasi eta bizitu dezakegunak, gizarte berri baten hartzigarria.


lunes, octubre 07, 2024

QUE LO HAGA EL CURA

 

QUE LO HAGA EL CURA

En el año 2022 la iglesia francesa se sorprendió con la noticia de que el obispo auxiliar de Rennes Iván Breint apenas nombrado para el cargo renunciaba por padecer burnout (también llamado síndrome de desgaste profesional o síndrome de estar quemado).

 Seguramente conozcamos a alguien que haya o esté quemado por vivir sobrecargado de trabajo o de estudio. Lo que a priori puede llamar la atención es que quien lo haya padecido sea un obispo.

Pero esto es mucho normal de lo que parece. Los curas o religiosos no estamos exentos de esta epidemia social. Ya hay un considerable número de estudios académicos, incluso libros que tratan el tema. Son diversas las causas y los motivos que contribuyen a esto. Pienso que algunas frases que he escuchado más de una vez son bastante elocuentes de lo que nos toca vivir y que tiene que ver con la falta de colaboración: «el cura te va a explicar mejor porque ha estudiado teología»; «tiene el tiempo libre para acompañarlos porque no tiene que cuidar de los hijos»; «que se encargue él de gestionar las inscripciones y los dineros porque es el responsable». ¨Hágalo usted Padre” La lista podría continuar.

Una de las últimas frases que nos ha regalado el papa Francisco es la de «todos, todos, todos». Rápidamente la prensa y los distintos grupos eclesiales la tomaron para darle su propia impronta. Un enfoque fue el de la diversidad. Se hizo hincapié en que la Iglesia es un lugar en donde todos caben, donde todos son necesarios y tienen un lugar y una palabra para decir. Esto es cierto y está bien. Lo que considero que también vale aclarar y enfatizar es que cuando uno es parte, no sólo es acreedor de derechos, sino que surgen las obligaciones.

Todo el pueblo de Dios –no sólo los curas– está llamado a cuidar del presente y futuro de la Iglesia, que son los jóvenes. Es necesario entonces una participación del conjunto para que el equipo funcione. Honestamente, no caigamos en la trampa de pasar el balón siempre a los mismos y luego decir que no llegan a meter gol.



lunes, septiembre 30, 2024

ESPIRITU DE DUDA

 


Tengo la sensación de vivir en un mundo en el que solo valen los extremos: o se es rojo, o facha; o se es de ciencias, o de letras; o se es un buenazo, o un frívolo; o se llevan camisas de marca y se juega al golf, o se llevan piercings y se queman contenedores, creyente o chavista o pro gringos… Parece como si la vida fuera blanca o negra y la gracia residiera en decidir qué color elegir para, una vez escogido, defenderlo a capa y espada, (criticando siempre que sea posible al color opuesto).

En medio de una sociedad tan polarizada como la nuestra se vuelve muy necesario rescatar el espíritu de la duda. Hay que dudar. Y no solo de los demás. También hay que dudar de nosotros mismos, de nuestras convicciones. A veces, a los que dudamos se nos tacha de insípidos por no tenerlo siempre todo claro, o por no aparentar radicalidad en ninguna de nuestras acciones. Muchos creen que no tenemos sangre en las venas, o que nada nos importa lo suficiente como para posicionarnos.

Creo que es importante posicionarse. Algunas cosas hay que tenerlas claras en la vida para construir nuestras casas sobre roca firme. Sin embargo, creo que esos principios fundamentales e indispensables son pocos y no suelen ser el centro de nuestras conversaciones corrientes. No sé vosotros, ustedes, pero yo veo y casi siempre me da la impresión de que la gente sabe más que yo de todo. Tienen claro qué equipo de fútbol tiene que ganar porque es el mejor; critican al partido político que lo hace todo mal y halagan al que no comete fallos nunca; sentencian que salir a correr es la única y la mejor forma de desconectar de la rutina porque uno se oxigena, mueve todo el cuerpo y descarga adrenalina…

Es muy necesario tomar decisiones de manera consciente. Está muy bien tener motivos para votar a un partido y no a otro, o encontrarle más sentido a salir a correr que a sentarse a ver la tele para desconectar. Pero eso no significa que los que voten a otro partido que no es el tuyo, o los que decidan pasar su tiempo libre tumbados en el sofá tragándose lo que sea que les echen no tengan también sus motivos para hacerlo. Y son igual de legítimos que los tuyos.

Me parece que es muy importante no creerse en posesión de la verdad de nada. Y esto no significa caer en el relativismo del ‘todo vale’, porque para los que nos decimos cristianos, no todo vale. Los seguidores de Jesús tenemos una manera concreta de pasar por el mundo. Significa tener la humildad necesaria para reconocer que allá donde haya humanos, habrá limitación. Y por tanto, en todo habrá lagunas. Nada será perfecto. Pero en todo habrá algo bueno.

Se trata de estar dispuestos a dialogar y caminar juntos, compartiendo dudas e inquietudes. Hay que hacer camino, no deshacerlo.

lunes, septiembre 02, 2024

 INFORMACIÓN   O

                                        CONTROL



No es fácil revisar las novedades del mundo digital y los desafíos que representa para la conciencia y la libertad. La transformación, cuya omnipresencia y poder transformador todos percibimos hoy, especialmente después de la pandemia, aún no ha revelado completamente su alcance. Sin embargo, para esclarecer la magnitud de estos procesos, propondremos un itinerario dividido en varios momentos. Comenzaremos describiendo lo sucedido (Una nueva era) y luego intentaremos resaltar las principales características de la Era Digital (Una interpretación inédita de la realidad). Las perspectivas de nuestro análisis nos llevarán entonces a delinear las potencialidades (Nuevas potencialidades) y los límites (¿Información o control?) de estas transformaciones. A continuación indicaremos cuál podría ser un remedio para hacer más sostenible el sistema (Sostenibilidad Digital), además de señalar las pistas que da el magisterio de Francisco (El pontificado de Francisco).

Una nueva era

La evolución de la computadora influyó profundamente en todas las tecnologías de la comunicación al mismo tiempo que aprovechó todo su potencial. En un principio, la computadora parecía una herramienta reservada para las grandes organizaciones y administraciones, la investigación científica y los mandos militares. A partir de la década de 1970, la tecnología de microprocesadores, el constante desarrollo de software fácil de usar y, en la década de 1990, la rápida expansión de la red, la transformaron en una máquina accesible para todos, como cualquier otro electrodoméstico. Para entender este cambio, debemos centrarnos en la principal característica de esta nueva forma de comunicación: lo digital.

En informática y electrónica, digital se refiere al hecho de que toda la información está representada por números o que es manipulada por números (el término se deriva del inglés digit, que significa cifrado). Un determinado conjunto de información se representa en formato digital, es decir, como una secuencia de números tomados de un conjunto de valores discretos, es decir, pertenecientes a un mismo conjunto bien definido y circunscrito. Actualmente, digital puede ser considerado como sinónimo de numérico y se opone a la forma de representación de la información denominada analógica. Lo digital se opone a lo analógico, es decir, no contable.

Digital, por tanto, se refiere a la matemática de lo discreto, que trabaja con un conjunto finito de elementos, mientras que lo analógico se modela con la matemática del continuo, que trata con una infinidad (numerable o no numerable) de elementos. Un objeto es digitalizado, es decir, hecho digital, si su estado original (analógico) es traducido y representado por medio de un conjunto numérico de elementos. Por ejemplo, una foto, normalmente compuesta por un número infinito de puntos, cada uno de los cuales está compuesto por una gama infinita de colores, se digitaliza y, por lo tanto, se traduce en una foto digital, cuando su superficie se representa subdividida en un número discreto de puntos (generalmente pequeños cuadrados o rectángulos llamados píxeles), cada uno de los cuales está compuesto por un color representado, a su vez, por un número.

Hoy, la comunicación electrónica, por un lado, contribuye a debilitar la institución del libro como fuente y herramienta de información y cultura; por otro lado, de nuevas formas, ella continúa y amplía su servicio (como, por ejemplo, sucede con el ebook). Además, si la impresora permitía un uso diferente de la memoria, la computadora hoy aumenta aún más este cambio, dotada como está de una gran capacidad de gestión de datos.

Precisamente porque procesa el lenguaje de todos los demás medios en formato digital, la computadora se ha convertido en el medio por excelencia del siglo XXI. En particular, es una herramienta de escritura para todos: periodistas, escritores, científicos, ingenieros, poetas y artistas. Modificó en gran medida las técnicas tradicionales de escritura, como lo hizo para la edición, la fotocomposición y la propia impresión.

A principios del siglo XX, la comunidad humana estaba unida por el telégrafo y luego por el teléfono. Hoy en día, las conexiones globales se realizan por computadora: el intercambio de dinero y bienes en la bolsa de valores, el tráfico aéreo y ferroviario, etc. son controlados por computadora. De igual forma permite que millones de personas intercambien mensajes sin límites de tiempo ni espacio.

viernes, agosto 16, 2024

 EL CLAMOR DE UN PUEBLO




Es la situación en Venezuela, pero también en Tierra Santa, en Ucrania, en Sudán, México y en otras tantas zonas calientes de nuestro mundo. Lugares donde reinan la injusticia, la represión o la guerra, donde la democracia se tiñe de violencia, la verdad se mancilla entre tanta ideología y el número de víctimas no cesa de aumentar. Son los lugares donde emergen las tensiones de un mundo enfrentado, y donde sangra la humanidad mientras pregunta al cielo qué sentido tiene la guerra y el porqué de tanto dolor.

A veces, nuestra mirada «ideologizante» se queda en la crueldad del tirano de turno o en aquello que nos interesa, pero conviene no olvidar que asesinos corruptos ha habido siempre, los hay y los habrá, porque es algo inherente a la naturaleza del poder que busca perpetuarse sin control. Sin embargo, la mirada de Dios, por otra parte, está puesta en el dolor de un pueblo que sufre en silencio. Que ve cómo sus niños mueren entre el hambre, las bombas o la pura desolación. Que contempla cómo el anhelo más profundo pasa por la huida. Que ven que la esperanza les ha dado la espalda y que el mundo mira para otro lado mientras finge una cínica consternación. Que la tragedia persigue a cada familia y que su sangre es derramada sin mucha explicación.

El conocido por todos «he escuchado el clamor de mi pueblo» del Éxodo sigue estando vigente hoy. Y es que Dios no es arbitrario ni se acomoda en una estéril equidistancia como acostumbramos a hacer nosotros. Dios toma partido por su pueblo –no se aprovecha de él–, y nos invita a mirar con misericordia al débil, al que sufre, al que no encuentra consuelo entre tanta incomprensión. Es la mirada del que se compadece y se pregunta en el silencio de la oración, y también con obras y con palabras, ¿


qué puedo hacer, Señor, por este mundo tan roto? ¿Y qué podemos hacer, con nuestra vida, para calmar tanto dolor?

viernes, agosto 02, 2024

Venezuela

 



MI VENEZUELA AMADA Y AÑORADA

Monstruo aborrecido Eres un demonio torturas y masacras a mi pueblo. ¿No ha sufrido ya bastante para q quieras aumentar su miseria? ¿Cómo puedo conmoverte? Ninguna súplica te hará mirar con buenos ojos a nuestro pueblo, q implora paz y libertad. Has causado tanto daño, tanto sufrimiento y ¿aún tienen hambre y sed de sangre y sufrimiento? Hoy me ha llamado un amigo, llorando me dijo que su hijo de 24 años lo habían asesinado en la ciudad de Maracay: “Livio, le dije no te metas en peo, carajito, y un beso me quedó de él en la mejilla” su pecho destrozado por las balas, reza por nosotros amigo”. Años de asesinatos, detenciones, corrupción… Mi móvil se llena de mensajes: “reza con nosotros…” Me encuentro entre la rabia y la ternura, y en medio de mi sufrimiento y lágrimas no quiero odiar, no deseo maldecir, no quiero llenarme de tu odio. No quiero ser como tú Maduro, violento, asesino con el corazón lleno de maldad.  

Quien lucha contra monstruos debe tener cuidado d no convertirse en un monstruo en el proceso Y si miras durante mucho tiempo al abismo, el abismo t mirará a ti también. Pueblo mío entiendo tu impotencia, tu sed d venganza, todo tu dolor y sufrimiento, pero no nos convirtamos en ellos. Nietzsche nos advierte q tengamos cuidado d no convertirnos en aquello contra lo q luchamos, ya q hacerlo significaría perdernos a nosotros mismos y nuestra humanidad y corremos el riesgo de volvernos como ellos y adoptar su crueldad y saña.

Estas personas me llaman, me escriben pidiendo oración, no me llaman con odio, ni me llaman pidiendo venganza, me llaman con amor de padre y madre, con dolor y esperanza en Dios.

El amor y la paz que instaura Jesús sólo se puede conseguir transformando las estructuras y valores que se niegan a dejarla crecer, como la cizaña que ahoga el trigo (Mt 13, 24-30). Pero esta victoria no está asegurada. La violencia no acepta como compañera la paz e intenta -siempre que pueda- deshacerse de ella. Es lo que le pasa a Jesús: muere violentamente en la cruz. Pero él no devuelve mal por mal, Él es condenado por el mal y al final pide perdón para ellos. Y es así como instaura una paz universal, para todos los hombres, mujeres y para la creación entera. Es lo que señala San Pablo en la carta a los Colosenses cuando dice: "Tuvo a bien reconciliar con él y para él todas las cosas, pacificando, mediante la sangre de su cruz, lo que hay en la tierra y en los cielos" (Col 1,19-20).  Puedo afirmar con toda claridad que, tanto en su mensaje como en su vida, Jesús aparece con una actitud pacífica y opuesta a cualquier tipo de violencia destructiva, basada en el deseo de venganza, en el odio o desprecio al semejante. Sin embargo, su no violencia es profundamente activa y comprometida frente a las injusticias sociales e históricas. Conviene que no olvidemos ninguno de los dos aspectos.

Pueblo mío recuerda a San Pablo: “Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo”.

Venezuela nuestra… serás libre y tus hijos crecerán en paz. Amén

martes, julio 30, 2024

 


Corrupción, violencia y autoritarismo acabaron con el chavismo en Venezuela

La Venezuela de Hugo Chávez no sólo se caracteriza por su escaso desarrollo y marcadas deficiencias económicas sino que, además, presenta problemas adicionales de gran calado. No en vano, según los indicadores internacionales, el régimen chavista es uno de los más corruptos del mundo, presenta un elevado grado de inseguridad jurídica, un marcado autoritarismo y, por su fuera poco, es uno de los países más violentos del planeta.

Corrupción

Venezuela lleva años liderando el ranking mundial de corrupción política, según el índice que elabora Transparencia Internacional. En concreto, se situó en el puesto 165 del mundo, con apenas 19 puntos, a la altura de países como Haití, Irak, Sudán, Afganistán o Corea del Norte.

Este indicador refleja el grado de corrupción que existe en el sector público según la percepción de empresarios y analistas del país, entre 100 (percepción de ausencia de corrupción) y 0 (percepción de muy corrupto).

Inseguridad jurídica

Además, el Estado de Derecho brilla por su ausencia. No en vano, Venezuela se ubica en el puesto 128 de 130 países en cuanto a la violación de derechos de propiedad privada, tan sólo superado por Libia y Yemen, según el Observatorio de los Derechos de Propiedad.

La represión por parte de los militares y fuerzas del orden es impresionante en le país.

La mayoría de atentados acontecidos entre 2005 y 2020 afectaron a pequeños y medianos propietarios. En concreto, el régimen chavista efectuó un total de 3.355 actos contra la propiedad entre 2005 y 2020: 1915 en industrias y comercio; 1.911 en tierras (70% en minifundios) y 529 en invasiones a la propiedad. La mayoría de las expropiaciones se destinaría a la construcción de viviendas sociales, MENTIRAS.

Hoy esa Venezuela empobrecida está en la calle contra el fraude de Maduro decidirá si se acaba el chavismo y el futuro de Venezuela. Dios siga bendiciendo a Venezuela

sábado, julio 27, 2024

Saber tomar una decisión

 


Saber tomar una decisión

Cuando andamos con el deseo de que las cosas de Dios sean algo importante en nuestra vida, la pregunta surge inevitablemente: ¿Qué querrá Dios de mí? ¿Cuál es mi vocación? ¿Qué vida me hará feliz?  Y esto pasa cuando alguna vez nos planteamos qué hacer en la vida, pero también cuando ésta nos lleva a encrucijadas en las que toca elegir. Pensar que Dios tiene un sueño para mí es algo que a la vez ilusiona y asusta. El miedo surge al pensar que yo tengo mis planes, y puede que éstos y los suyos no vayan de la mano. Y la ilusión viene porque si Dios tiene un sueño para mí sólo puede ser un sueño de felicidad, y es que cuando hemos sentido a Dios cerca en nuestras vidas la felicidad que lo acompaña es de una hondura que nos sobrecoge.

El reto es cómo ir descubriendo, discerniendo a qué soy llamado. La faena es que para esto no hay recetas, pues Dios no acostumbra a mandarnos un sms ni ángeles mensajeros. Pero es un camino que tú y Él recorréis juntos, en el que si te fías sabes que todo irá bien. Podemos irnos de retiro al Tibet, apuntarnos a yoga o leernos libros enormes de espiritualidad para tratar de averiguar por dónde nos llama el Señor. Pero también podemos mirar nuestra vida con otros ojos, con una sensibilidad nueva que atraviese la superficialidad en la que se nos empuja a vivir. Y así, en nuestros encuentros cotidianos, en nuestros enfados y alegrías, en la injusticia que palpamos, en la rutina de nuestro trabajo o en nuestros éxitos y frustraciones iremos descubriendo una Presencia callada que nos llama, que nos invita a salir de nosotros mismos, a darnos, a anunciar que el Señor está vivo porque la muerte no tiene la última palabra, y que tiene algo que decirnos. Para mirar de esa manera tenemos que aprender de los ojos de Jesús. 

Esos ratos de silencio, solos tú y Él, durante los que la relación, casi sin darnos cuenta, va creciendo y el cariño fluye. En los que pasaremos momentos de muchas emociones, cuando toda nuestra persona vibra; y otros muy secos, que nos cuestionan, nos aburren y en los que nos jugamos la fidelidad de la amistad. 

Además, tenemos la suerte de andar este camino en comunidad, con otros hermanos y hermanas, que nos ayudan a que los miedos no nos venzan, en los que vemos testigos del paso del Señor y que nos animan a seguir buscando y encontrando la voluntad de Dios.