orar siempre,

A DIOS ORANDO

Y CON ABBÁ CONVERSANDO

Jueves, 15 de Noviembre de 2012

Debemos amar la oración. La oración dilata el corazón hasta el punto de hacerlo capaz de contener el don que Dios nos hace de sí mismo.

Madre Teresa De Calcuta

La alegría es oración, la señal de nuestra generosidad, de nuestro desprendimiento y de nuestra unión interior con Dios.

Madre Teresa De Calcuta

No he logrado nada solo. Millones de personas en todo el mundo ansiaban la paz.

Por eso digo que no hay que minusvalorar el poder de la oración.

Kofi Annan

El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe.

El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio.

Madre Teresa De Calcuta

Padre Dios: amigo que nos esperas a todos y a cada uno.

-Vamos juntos, codo con codo, unidos como un racimo.

Juntos hacemos camino, un camino largo, como nuestra vida.

-Tu amor es el estímulo que nos impulsa a querer a los demás

Tu amor une nuestras voces en una misma oración

-Al final serán tus brazos los que a todos nos reciban.

Entonces dirás con gozo: "Habéis llegado, hijos míos"

- Con nosotros vendrá Jesús, nuestro hermano y amigo, el mismo que nos enseñó a decirte con confianza de hijos: Padre.

Invocación al Espíritu Santo

Espíritu divino

Luz de Dios,

disipa la tiniebla de mis dudas

y guíame.

Fuego de Dios,

derrite el hielo de mi indiferencia

y abrásame.

Torrente de Dios,

fecunda los desiertos de mi vida

y renuévame. .

Evangelio según san Lucas (17, 20-25)

En aquel tiempo, los fariseos le preguntaron a Jesús:

“¿Cuándo llegará el Reino de Dios?”

Jesús les respondió:

“El Reino de Dios no llega aparatosamente.

No se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allá’, porque el Reino de Dios ya está entre ustedes”.

Les dijo entonces a sus discípulos:

“Llegará un tiempo en que ustedes desearán disfrutar siquiera un solo día de la presencia del Hijo del hombre y no podrán. Entonces les dirán:

‘Está aquí’ o ‘Está allá’, pero no vayan corriendo a ver, pues así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del cielo, así será la venida del Hijo del hombre en su día.

Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación”.

– – –

El Reino de Dios está dentro de ustedes

¿Dónde está el Reino de Dios?

Los grupos de la época de Jesús lo identificaban con la dinastía davídica, con un nuevo sacerdocio, con un nuevo orden político, con un Templo liberado del nepotismo de los sumos sacerdotes.

Los grupos nacionalistas rebeldes lo identificaban con un nuevo caudillo carismático que, al estilo de los antiguos jueces, los librara de la dominación extranjera.

Los grupos de fanáticos religiosos, como los fariseos, consideraban que era un asunto de perfeccionismo legal

Los grupos apocalípticos lo asimilaban a una catástrofe cósmica que moviera los cimientos mismos de la historia de la humanidad.

Sin embargo, la naciente comunidad cristiana descubría los signos de ese Reino en la acción redentora de Jesús sobre pobres, marginados, pecadores, enfermos, endemoniados y extranjeros.

Identificaban el Reino con un orden de salvación en el que los límites humanos eran superados por acciones misericordiosas y servicios solidarios.

En nuestra época, muchos identifican el fin del mundo con las catástrofes naturales o con los desastres ambientales producto de la industrialización

Otros confían en que la salvación les vendrá de un ahorro programado o de una dieta rejuvenecedora.

Los seguidores de Jesús seguimos confiando en la eficacia del amor universal y del servicio desinteresado.

Venga a nosotros tu reino.

Hoy tu Reino puede llegar a mí a través de otros y a otros a través de mí.

Esté yo atento a tu venida

Tu Reino en nuestras manos



“Y el Reino está entre ustedes, porque si son mis discípulos, si me van copiando, serán pobres, mansos, sabrán cuándo llorar, tendrán hambre, misericordia, limpieza en el corazón, deseos de pacificar, padecerán por la justicia; y todo esto está al alcance de todos, aunque sólo los sencillos llegan a apreciarlo. ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien!”

Padre nuestro, tú nos amas. Haz que todos nos amemos.

Queremos cumplir tu voluntad y compartir lo que tenemos. Amén

Jesús nos muestra en el evangelio la dimensión del verdadero amor.

Es el buen pastor que busca la oveja perdida; acoge sin condenar a la mujer pecadora;

muestra su compasión para con los enfermos haciendo lo posible por aliviar su mal;

es el maestro, dispuesto a lavar los pies de sus discípulos;

entrega voluntariamente su vida por amor.

CONTIGO SIEMPRE, ABBÁ