NUESTRAS PARROQUIAS

Buscamos unas Parroquias que sean Comunidades generadoras de vida, en ella fuimos engendrados por el Bautismo, y ella acompaña a sus hijos desde que nacen hasta que mueren. Escuela en la que nos formamos y maduramos unos con otros en la fe por la evangelización y la formación, como tarea permanente de conversión personal y comunitaria, entendida como un proceso dinámico que nunca acaba, como experiencia profunda de Dios e interiorización de la vida de Cristo (Gál 2,20; Filp 1,21). Debe ser un lugar de encuentro y vínculo de comunión, casa abierta a todos, hogar de los pobres, plataforma misionera, donde aprendemos y vivimos en libertad, fermento de nueva humanidad. Atenta a los signos de los tiempos y a las necesidades de nuestra gente


Bizitza sortzen duen Parrokia baten bila gabiltza, bertan Bataioaren bidez sortu ginen, eta gure seme-alabei jaiotzetik hil arte laguntzen diena. Katekesi eta ebanjelizazioaren fedean hezten eta heltzen garen ikastetxea da, bihurtze pertsonal eta komunitarioko etengabeko zeregin bezala, inoiz bukatzen ez den prozesu dinamiko bat bezala ulertua, Jainkoaren esperientzia sakona eta Kristoren bizitzaren barnerapen bezala (Gal 2,20; Filp 1,21). Topagune eta elkarte-lotura izan behar du, denontzat irekitako etxea, behartuen etxebizitza, plataforma misiolaria, aske ikasi eta bizitu dezakegunak, gizarte berri baten hartzigarria.


martes, noviembre 20, 2012

orar siempre,



A DIOS ORANDO

Y CON ABBÁ CONVERSANDO

Miércoles, 21 de Noviembre de 2012



Aquellos ratos que estamos en la oración; sea cuan flojamente estés, Dios los tiene en mucho. Santa Teresa de Ávila

Buscad leyendo y hallaréis meditando. San Juan de la Cruz

Cada mañana encomendad a Dios las ocupaciones del día. San Juan Bosco

¿Cómo conseguiréis vencer las distracciones en la oración? Pensando seriamente en que Dios os está mirando. San Basilio

Como se haga la oración que es lo más importante, no dejará de hacerse todo lo demás... San Teresa de Jesús


Invocación al Espíritu Santo

Resplandezca sobre nosotros,
Padre omnipotente, el esplendor de tu gloria,
Cristo, luz de luz,
y el don de tu Espíritu Santo
confirme los corazones de tus fieles,
nacidos a la vida nueva en tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor, Amén.

Evangelio según san Lucas (19, 11-28)


"¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?"

Dijo Jesús una parábola; el motivo era que estaba cerca de Jerusalén y se pensaban que el Reino de Dios iba a despuntar de un momento a otro.
Dijo, pues:
"Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, diciéndoles:
"Negociad mientras vuelvo".
Sus conciudadanos, que le aborrecían, enviaron tras de él una embajada para informar:
"No queremos que él sea nuestro rey".

Cuando volvió con el título real, mandó llamar a los empleados a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno.
El primero se presentó y dijo: "Señor, tu onza ha producido diez".
El le contestó:
"Muy bien, eres un empleado cumplidor; como has sido fiel en una minucia, tendrás autoridad sobre diez ciudades".
El segundo llegó y dijo: "Tu onza, señor, ha producido cinco". A ése le dijo también: "Pues toma tú el mando de cinco ciudades".
El otro llegó y dijo: "Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en el pañuelo; te tenía miedo porque eres un hombre exigente, que reclamas lo que no prestas y siegas lo que no siembras".
El le contestó: "Por tu boca te condeno, empleado holgazán.
¿Conque sabías que soy exigente, que reclamo lo que no presto y siego lo que no siembro?
Pues ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses".

Entonces dijo a los presentes: "Quitadle a este la onza y dádsela al que tiene diez".
Le replicaron: "Señor, si ya tiene diez onzas".
Os digo: "Al que tiene se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene.
Y a esos enemigos míos que no me querían por rey, traedlos acá y degolladlos en mi presencia"".

Dicho esto, echó a andar delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.



* * * * *

¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?

El paso por Jericó, de camino a Jerusalén, está caracterizado por tres transformaciones.
La tercera es la eficacia de los administradores que, en la parábola, trabajan en la ausencia de su rey.

Los administradores eran hombres de confianza y de probadas capacidades.
Por esta razón, la reacción del administrador inútil que denigra de su patrón, pone en evidencia la ineficacia de su gestión y su encubierto acuerdo con los enemigos del rey.

Con esta parábola el evangelista Lucas nos prepara para comprender el ascenso de Jesús a Jerusalén y su confrontación con los administradores inútiles que convirtieron al Israel de esa época en un pueblo miserable e inconscientemente opuesto a la voluntad de Dios.
Las manos que tenían los recursos para obrar el bien y preparar el retorno del rey, se volvieron inútiles e incluso se preparan para deponerlo.

En la vida cristiana ocurre algo semejante.
Dios nos da todas las capacidades y los recursos para que nuestras manos continúen su obra creadora; sin embargo, podemos caer en la tentación de olvidarnos de su voluntad e incluso de crear realidades contrarias a su venida.

Mientras la gente escuchaba estas cosas, añadió una parábola, porque estaba él cerca de Jerusalén y creían ellos que el Reino de Dios aparecería de un momento a otro”.
Lucas destaca tres motivaciones que llevan a Jesús a contar la parábola:
(a) La acogida que hay que dar a los excluidos, pues, diciendo “mientras la gente escuchaba estas cosas”, se refiere al episodio de Zaqueo, el excluido que fue acogido por Jesús
(b) La proximidad de la pasión, de la muerte y de la resurrección, pues decía que Jesús estaba cerca de Jerusalén donde iba a morir en breve.
(c) La llegada inminente del Reino de Dios, pues las personas que acompañaban a Jesús pensaban que el Reino de Dios llegaría luego

El empleado no fue coherente con la imagen que tenía de Dios.
Si imaginaba a un Dios tan severo, hubiera tenido que colocar, por lo menos, el dinero en el banco. Así que es condenado no por Dios, sino por la idea errada que tenía de Dios y que le vuelve temeroso e inmaduro.
Una de las cosas que más influye en la vida de la gente es la idea que nos hacemos de Dios.
Entre los judíos de la línea de los fariseos, algunos imaginaban a Dios como a un Juez severo que los trataba de acuerdo con el mérito conquistado por las observancias.
Esto producía miedo e impedía a las personas el poder crecer.
Sobretodo, impedía que las personas pudiesen abrir un espacio dentro de sí para acoger la nueva experiencia de Dios que Jesús comunicaba

La persona que no piensa en sí, sino que se entrega a los otros, va a crecer y a recibir, de forma inesperada, todo lo que entregó y mucho más: “cien veces más, con persecuciones” (Mc 10,30). “Pierde la vida quien quiere salvarla, gana su vida quien tiene el valor de perderla” (Lc 9,24; 17,33; Mt 10,39;16,25;Mc 8,35).

El tercer empleado tiene miedo y no hace nada. “Ni mata ni roba”
No quiere perder nada y, por esto, no gana nada.
Pierde hasta lo poco que tiene. El Reino es riesgo.
Aquel que no quiere correr riesgos, ¡pierde el Reino!

En la parroquia, comunidad, ...¿tratamos de conocer y valorar los dones de cada persona?
A veces los dones de unos generan envidia y competitividad en otros. ¿Cómo reaccionamos?
Nuestra parroquia, comunidad, ¿es un espacio donde las personas pueden explayar sus dones?


                                                Oración final
Alabad a Dios en su santuario,
alabadlo en su poderoso firmamento,
alabadlo por sus grandes hazañas,
alabadlo por su inmensa grandeza. (Sal 150,1-2

CONTIGO SIEMPRE, ABBÁ

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenido amig@, gracias por tu comentario