NUESTRAS PARROQUIAS

Buscamos unas Parroquias que sean Comunidades generadoras de vida, en ella fuimos engendrados por el Bautismo, y ella acompaña a sus hijos desde que nacen hasta que mueren. Escuela en la que nos formamos y maduramos unos con otros en la fe por la evangelización y la formación, como tarea permanente de conversión personal y comunitaria, entendida como un proceso dinámico que nunca acaba, como experiencia profunda de Dios e interiorización de la vida de Cristo (Gál 2,20; Filp 1,21). Debe ser un lugar de encuentro y vínculo de comunión, casa abierta a todos, hogar de los pobres, plataforma misionera, donde aprendemos y vivimos en libertad, fermento de nueva humanidad. Atenta a los signos de los tiempos y a las necesidades de nuestra gente


Bizitza sortzen duen Parrokia baten bila gabiltza, bertan Bataioaren bidez sortu ginen, eta gure seme-alabei jaiotzetik hil arte laguntzen diena. Katekesi eta ebanjelizazioaren fedean hezten eta heltzen garen ikastetxea da, bihurtze pertsonal eta komunitarioko etengabeko zeregin bezala, inoiz bukatzen ez den prozesu dinamiko bat bezala ulertua, Jainkoaren esperientzia sakona eta Kristoren bizitzaren barnerapen bezala (Gal 2,20; Filp 1,21). Topagune eta elkarte-lotura izan behar du, denontzat irekitako etxea, behartuen etxebizitza, plataforma misiolaria, aske ikasi eta bizitu dezakegunak, gizarte berri baten hartzigarria.


viernes, noviembre 30, 2012

orar siempre,



A DIOS ORANDO

Y CON ABBÁ CONVERSANDO

Sábado, 1 de Diciembre de 2012


Es mejor poner el corazón en la oración (y no encontrar palabras) que encontrar palabras sin corazón. Mohandas Karamchand Gandhi

Es necesario orar; el que ora como debe, alcanza de Dios todo lo que quiere. Autor desconocido

Es necesario orar mucho para mantenernos fieles en cualquier situación. Charles de Foucault

Felices los que hablan con Dios, porque sabrán entender a los hombres. Autor desconocido


                                                          Invocación al Espíritu Santo

Acto de caridad

Dios mío, te amo con todo el corazón sobre todas las cosas,
porque eres infinitamente bueno y nuestra eterna felicidad:
por amor a Ti amo a mi prójimo como a mí mismo,
y perdono las ofensas recibidas.
Señor, haz que yo te ame cada vez más.


Evangelio según san Lucas (21, 34-36)


Jesús dijo a sus discípulos:

Estén alerta, para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida
no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos;
porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.

Velen, pues, y hagan oración continuamente,
para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder
y comparecer seguros ante el Hijo del hombre”.



* * * * *


Estén siempre despiertos, para escapar de todo lo que está por venir

Hoy termina, litúrgicamente hablando, el «Tiempo Ordinario».
Lucas advierte sobre la necesidad de la vigilancia para no dejarse persuadir por los ambientes contrarios a los valores evangélicos anunciados y testimoniados por Jesús.

“Vicio, embriaguez y preocupaciones de la vida” hacen referencia a las cosas cotidianas que embotan la mente y que distraen de las perspectivas del Reinado de Dios, valor supremo por excelencia.

La oración anima la vigilancia.
Pero no se trata de exagerar las cosas o de acudir a fanatismos amenazantes y extremos para permanecer vigilantes.
Una oración serena, pausada, discernida, saboreada, es suficiente para responder eficazmente a las exigencias de Jesús.
Se trata de tener criterios evangélicos para estar pendientes de lo que pasa en nuestro entorno.

En nuestro lenguaje moderno, esta espera consiste en buscar en la Palabra los criterios para auscultar los acontecimientos, y buscar en ellos los designios de Dios.

Es bueno aprovechar este tiempo que se aproxima, para dar una mirada panorámica a lo que sucede a nivel local, regional, nacional e internacional e interpretarlo a la luz de la Palabra de Dios para asumir posturas coherentes con el evangelio que profesamos.
También es el tiempo oportuno para incentivar la vida de oración personal, familiar y comunitaria.

Aviso a los discípulos: el día aquel (v. 34), distinto del de la destrucción de Jerusalén, es el de la llegada del Hombre (v.27), que sigue a la caída de los opresores.
Los discípulos han debido prepararlo, desafiando a la persecución y la muerte (vv. 12-19).

Para ello, evitar la vida disoluta y la preocupación por el dinero, que ahogan el mensaje (cf. 8,14) y les impedirían buscar el reinado de Dios (cf. 12,31).
Si están integrados en la sociedad injusta que se deshace, correrán su misma suerte, la llegada del Hombre no será para ellos liberación (v.28) (35).
Actividad, aguante y confianza (cf. v.19);
así, el encuentro con el Hombre que llega será para ellos vida (cf. 12,40)


Oración final

Tú eres amor, Jesús, ternura de Dios.
Tú eres el corazón del Padre, abierto de par en par.
Tu amor, Jesús, es amor que salva.
Tu amor, Jesús, te ha hecho cercano al pobre y al pecador.
Enséñame, Jesús amigo del hombre, a amar como Tú, a descubrir que hay más gozo en dar que en recibir.
Yo quiero, Jesús, amigo, amar con el corazón abierto.
Quiero amar con un corazón desinteresado y libre.
Yo quiero, Jesús amigo, amar con un corazón limpio.
Quiero amar sin esperar recompensa por lo que he dado.
Tú que eres el amor del Padre entre los hombres, dame tu Espíritu de amor, para que ame sencillamente y de verdad.



CONTIGO SIEMPRE, ABBÁ

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