NUESTRAS PARROQUIAS

Buscamos unas Parroquias que sean Comunidades generadoras de vida, en ella fuimos engendrados por el Bautismo, y ella acompaña a sus hijos desde que nacen hasta que mueren. Escuela en la que nos formamos y maduramos unos con otros en la fe por la evangelización y la formación, como tarea permanente de conversión personal y comunitaria, entendida como un proceso dinámico que nunca acaba, como experiencia profunda de Dios e interiorización de la vida de Cristo (Gál 2,20; Filp 1,21). Debe ser un lugar de encuentro y vínculo de comunión, casa abierta a todos, hogar de los pobres, plataforma misionera, donde aprendemos y vivimos en libertad, fermento de nueva humanidad. Atenta a los signos de los tiempos y a las necesidades de nuestra gente


Bizitza sortzen duen Parrokia baten bila gabiltza, bertan Bataioaren bidez sortu ginen, eta gure seme-alabei jaiotzetik hil arte laguntzen diena. Katekesi eta ebanjelizazioaren fedean hezten eta heltzen garen ikastetxea da, bihurtze pertsonal eta komunitarioko etengabeko zeregin bezala, inoiz bukatzen ez den prozesu dinamiko bat bezala ulertua, Jainkoaren esperientzia sakona eta Kristoren bizitzaren barnerapen bezala (Gal 2,20; Filp 1,21). Topagune eta elkarte-lotura izan behar du, denontzat irekitako etxea, behartuen etxebizitza, plataforma misiolaria, aske ikasi eta bizitu dezakegunak, gizarte berri baten hartzigarria.


sábado, enero 28, 2017

REFERENCIAS EQUÍVOCAS

REFERENCIAS EQUÍVOCAS

José Marins
Un sabio y santo Obispo (cultivaba ambos valores) me enseñó: - Padre José, no tema gastar tiempo en evaluar dónde está gastando sus energías y su tiempo. Además de dedicación y perseverancia, que no le falte inteligencia. No basta moverse, hay que saber “para dónde se va”.
En aquella época aún no conocíamos el GPS. Consecuentemente, mantener el rumbo era cuestión de sentido común e inteligencia. (De aquí a intuir la limitación de técnicas modernas...)
A título de ejemplo, es útil revisar nuestros rumbos pastorales:
1. Los bancos de la iglesia pueden estar repletos de fieles para la misa u otra devoción. Esos cientos de personas, ¿tienen conciencia de que constituyen aquí y ahora una asamblea local de la Iglesia de Jesucristo?
2. Las homilías se pueden reducir a una abundancia de retazos del Evangelio que no se orientan a nada efectivo. Después de una década escuchando los sermones dominicales en la misma iglesia, ¿cuál es el marco de referencia que quedó en la mente y en el corazón de los oyentes, si todavía se acuerdan de algo?
3. Los seminaristas, alrededor de los 24 años de edad, al presentarse para la ordenación, ¿han madurado suficientemente no sólo teológica, bíblica y espiritualmente, sino también emocionalmente, para un ministerio eclesial para todo el pueblo - adultos varones y mujeres, jóvenes, gente de mucho más edad y madurez humana que ellos?
4. Los presbíteros diocesanos, así como los presbíteros religiosos, ¿tienen  conciencia efectiva de que forman un verdadero y responsable presbiterio de la Iglesia local?
5. Los millones de niños/as bautizados/as en cada década, ¿fueron también evangelizados/as? ¿Tuvieron oportunidad de un encuentro de conversión – kerigma?
6. El matrimonio que ante la comunidad eclesial y ante Dios hace su juramento de fidelidad matrimonial, ¿cree que está contrayendo un compromiso para toda la vida, o más vale tiene la impresión de que todo quedará a nivel de la “buena suerte”, como un billete de lotería premiado?
7. El sacramento de la penitencia, además de ser una revisión y purificación personal, ¿lleva también a una conversión comunitaria y estructural?
8. Los católicos, ¿tienen hacia la Biblia la misma devoción que dedican a sus santos preferidos?
9. El Pueblo de Dios, ¿llega a conocer la gran cantidad de documentos del magisterio papal, episcopal y parroquial? ¿Y el clero?
10. La profusión de sacramentos y sacramentales dispensados en la vida parroquial, ¿llegó a suprimir, en la práctica, el “ex opere operantis” que Trento consideraba también necesario para la vida de los sacramentos?
REFERENCIAS PARA REVISAR
1.  En mi experiencia de más de medio siglo en contacto con las comunidades eclesiales católicas en todos los Continentes, siempre me llamó la atención cómo los presbíteros y el personal eclesiástico están siempre atareados (o por lo menos dan esa impresión). Y en la mayoría de los casos son principalmente realidades, desafíos, problemas internos de la institución. Es decir que las energías y el tiempo de los ministros ordenados, y con ellos la mayoría del personal responsable, se ocupan prioritariamente (a veces únicamente):                 
a) de las devociones,
b) de los sacramentos,
c) de la administración  
d) de ALGUNA formación exigida por las cuatro tareas que acabamos de mencionar.
Las novenas, las peregrinaciones a lugares sagrados, las procesiones y quermeses, la construcción o el mantenimiento de capillas o salones parroquiales, el boletín o periódico parroquial, las celebraciones de las fiestas del panteón parroquial, las campañas económicas, las misas y reuniones de los múltiples movimientos y asociaciones, las reuniones a nivel diocesano, regional o local... no dejan prácticamente espacio libre en la agenda pastoral.
2. Las parroquias y otras estructuras eclesiásticas canonizaron el método de esperar y atender a los fieles: del mantenimiento. La búsqueda de recursos económicos es como el fantasma (los demonios)  de toda organización eclesiástica, tanto local como diocesana.
3. En todas partes (diócesis y prelaturas) hay escasez de ministros ordenados. En el último siglo la Iglesia católica insistió en la urgencia de buscar vocaciones presbiterales y formarlas en los seminarios organizados a partir del Concilio de Trento (siglo XVI). Los laicos son arreados por alguno de los múltiples Movimientos o Asociaciones católicas, altamente apreciadas por autoridades eclesiales de gran prestigio y poder.
4. En la práctica, el clero es la Iglesia: está en la cumbre de la pirámide de la institución (que gráficamente se representa mejor por una pirámide que por un círculo, puesto que ejerce responsabilidad (dígase poder) sobre la entera práctica religiosa católica, según el escalón que le está confiado.
5. La mujer, que es el grupo humano más dedicado a lo religioso, no tiene un papel significativo en la estructura, en las decisiones y en la marcha de las instancias eclesiales (parroquias, diócesis).
6. Está de más decir que hay mucho heroísmo, dedicación y práctica de grandes virtudes en el personal eclesiástico, tanto laicos como ministros cualificados. Sin embargo:
     a) millones de personas dejan anualmente a Iglesia católica, sea para pasarse a otra tradición cristiana (o religiosa), sea simplemente por dejar de practicar cualquier religión. Algunos analistas alertan que el ateísmo explícito y militante es algo que se está desarrollando rápidamente en los países de América Latina.
b) La gran mayoría de los bautizados católicos no saben dar razón de su fe, no forman parte de una comunidad eclesial; se quedaron en un nivel ecléctico de religiones: africanas, indígenas, budista y otras de origen asiático, espiritismo, y nuevas comunidades neo-pentecostales... O dejaron de interesarse por una pertenencia eclesial... Suelen argumentar diciendo: “Dios sí, Iglesia no”.
c) La juventud actual no está con la Iglesia. Algunos grupos de jóvenes que todavía quedaron, en general tomaron una perspectiva  conservadora rayana en la obsesión. Los progresos de la electrónica – face book, celular,  video - hacen de ellos una multitud de individuos que no constituyen un significativo movimiento de renovación.
d) Las conclusiones del Vaticano II, en gran parte fueron anunciadas de modo general, pero no llegaron a transformar el modelo de Iglesia dominante. Para muchos, el concilio quedó viejo antes de ser inaugurado. Otros más sensatos insisten en que, después de 50 años de la última sesión conciliar, ya es tiempo de una actualización, ante la realidad que en este último medio siglo no dejó de sorprendernos continuamente con sus novedades y conquistas. La mayoría de los cardenales, obispos y presbíteros actuales todavía activos, cuando concluyó el Vaticano II (8 de diciembre de 1965) tenían poco más de diez años de edad.
e) La formación de los presbíteros está desfasada
f) La Iglesia católica no ha sido fundamentalmente misionera en el sentido del envío de Jesús (Mt. 28,19-20). El término “Santas Misiones” siguió siendo una programación limitada y ocasional para reanimar el fervor de las comunidades católicos (“Salva tu alma”)
g) Cuando desapareció la llamada Acción Católica, la Iglesia Católica no continuó creando en los diferentes sectores humanos (obrero, rural, universitario, técnico, artístico, científico, etc.)  grupos especializados de laicos militantes. Hasta hoy la pastoral católica siente esa ausencia. Los movimientos y “pastorales” no alcanzaron a sanar esa ausencia.

+ Lo que mueve la historia es la religión (Arnold Toynbee). Lo que mueve la religión tiene que ser únicamente el amor (Jesucristo). A pesar de equivocaciones y limitaciones, la gracia de Dios no nos abandona y nos socorre siempre con nuevas oportunidades en la Familia, como hizo el Padre Bueno de la parábola de Lucas (15,11-31).
                


 Presbítero José Marins

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenido amig@, gracias por tu comentario