La
Lectura de la Biblia es el recurso por excelencia que usa todo cristiano para
crecer espiritualmente y obtener resultados de transformación en su vida
cotidiana.
Muchos
durante su vida han leído la Biblia por completo en reiteradas ocasiones, pero
hay otros que les genera flojera leer la Palabra de Dios.
Si
bien es cierto leer la Biblia es un acto tan necesario como respirar, existen
muchos a los que se les dificulta crear un hábito de lectura en su diario
vivir.
Estas
personas se plantean metas para leer la Biblia en un año, pero tan pronto dan
inicio comienzan declinando poco a poco y dejando de lado su lectura bíblica.
¿Te
ha pasado? Tranquilo.
Quiero
enseñarte a través de 7 sencillos consejos como aprender a amar la lectura de
la Biblia.
Estoy
seguro que cada consejo te dará la confianza de que terminarás siendo un amante
de la lectura bíblica y aprenderás a meditar en ella.
Así
que no tardemos más y empecemos a descubrir cada uno de estos consejos.
¿Preparado? Empecemos.
1.
Ora siempre.
Todos
sabemos que hacer ejercicio es vital para tener un cuerpo saludable, pero para
algunas personas ir al gimnasio es un placer, mientras que para otras es
aburrido y desagradable.
Para
algunas personas es muy fácil tener una dieta saludable, mientras que otras
luchan cada día. Nadie es perfecto.
Cuando
se habla de establecer hábitos saludables espirituales hay gente que lucha con
la oración, el control de sus pensamientos y conductas, y otros con la lectura
de la Biblia.
Y
luchan no porque no quieran, pues estas personas conocen la gran importancia
que tiene sobre sus vidas la lectura de la Palabra de Dios, sino que
simplemente no les gusta leer.
En
lo personal me he dado cuenta que el primer paso para cualquier cosa es la
oración. Incluso para aprender a tener el hábito de la lectura bíblica.
Así
que empieza hablando con Dios sobre tu lucha con la lectura mediante una
oración de confianza. No le ocultes nada. El que hagas esta confesión no te va
a etiquetar como mal hijo.
Y esta es la confianza que tenemos en él, que
si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 1 Juan. 5:14
Cuéntale
que estás interesado en descubrir todo lo que Él ha diseñado y destinado para
ti en este mundo y en el que ha de venir.
Dios
ya sabe que estas luchando con la lectura de Su Palabra. Así que no desesperes
porque la ayuda vendrá de Él.
2.
Usa una versión de la Biblia que entiendas.
En
español la versión de la Biblia más popular entre los cristianos es la versión
Reina Valera 1960. Pero a veces leer esta versión de la Biblia es como si
estuvieras leyendo chino.
La
lucha es real.
Esta
versión de la Biblia tiene un lenguaje que a muchos parece difícil de entender
y comprender.
Algunos
de sus libros dentro de ella fueron escritos hace cientos de años con formas de
comunicación distintas a las nuestras.
Pero
gracias a Dios tenemos a nuestro alcance versiones de la Biblia con un lenguaje
más claro y fácil de entender para todo el mundo.
Por
esto, es fundamental encontrar una versión que funcione mejor para ti. Puedes
descubrir la versión que te ayuda a entender mejor y disfrutar el lenguaje.
3.
Tómate el tiempo que necesites.
Nuestra
cultura nos ha empujado hoy a vivir vidas instantáneas. Todo lo queremos para
ayer. Un clic en el vídeo, un mensaje de texto, una nueva foto en nuestras
redes sociales, etc. Todo debe correr a la velocidad de la luz.
Este
estilo de vida al que estamos acostumbrados nos ha quitado tiempo que
deberíamos brindarle a la lectura y la meditación de la palabra de Dios.
Por
eso la primera cosa que deberías considerar es aprender a tomar tiempo para la
meditación y la lectura de la Palabra del Dios Altísimo.
El
momento que decides tomar tiempo para leer, meditar y degustar la Palabra de Dios,
no importa cuánto leas o que tan rápido lo hagas. Lo que importa es leer a tu
propio ritmo.
Aprende
a disfrutar de la lectura versículo a versículo. Este es tu tiempo a solas con
Dios. Deja que te hable, analiza lo que te está diciendo, medita en la implicancia
para tu vida de lo que lees.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la
ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas
conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu
camino, y todo te saldrá bien. (Jos. 1:8)
Medita
de manera constante en el versículo que captó tu atención. Anótalo en una
pequeña nota y colócalo en tu bolsillo. Durante el día lee este versículo y
medita en cada palabra.
Deja
que la Palabra de Dios penetre en tu alma. Vívela en tu vida cotidiana. “De la
abundancia del corazón habla la boca” (Mt. 12:34).
Así
que mientras tu corazón (mente) esté llena de la Palabra de Dios, tus palabras
transformarán tus acciones.
Elige
el tiempo durante el día que mejor se adapte a tu ritmo. Algunos son mañaneros
y pueden aprovechar este tiempo, y otros por la noche están más despiertos.
Lee
en el momento en el que consideres que tendrás la oportunidad y el privilegio
de conectarte con la persona más importante, impresionante, amorosa, e
interesante del universo entero.
4.
No empieces desde el principio.
Empezar
a la leer la Biblia hace la idea lógica que debes iniciar leyendo desde el
libro de Génesis. ¿Verdad? Pero esta estrategia siempre se cae a pedazos al
final del segundo libro.
Se
vuelve muy difícil seguir leyendo hasta para los más amantes de la lectura.
Por
eso te recomiendo comenzar a leer de la siguiente manera:
Inicia
con el Evangelio de Marcos. Tiene un ritmo rápido. Verás a Jesús yendo de lugar
en lugar realizando cosas extraordinarias que te sorprenderán.
Luego
ve al Evangelio de Lucas. Encontrarás ahí las mismas historias que el evangelio
anterior y esto generará en ti más amor por la lectura.
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las
palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el
tiempo está cerca. Ap. 1:3
El
Evangelio de Mateo debe ser tu tercera parada. Aquí descubrirás muchas más
similitudes con los evangelios anteriores que te servirán para confirmar muchas
de las escenas que los escritores Lucas y Marcos hacen mención.
Después
ve al Evangelio de Juan. Encontrarás a Jesús en todo su potencial evangelizar y
mostrando su amor a plenitud hacia la humanidad.
Finalmente
continúa leyendo el libro de Hechos, Romanos, y los siguientes. Puedes además a
partir de estos libros elegir leer cualquier otro libro que desees.
Tomate
el tiempo necesario para la lectura. Disfruta del proceso. Deja que Dios te
hable y medita en cada versículo que Dios usa para hablar a tu vida.
5.
Comparte lo que lees con un amigo.
La
Biblia fue hecha para escudriñar, meditar, y compartir. Nada más agradable que
compartir lo que lees con algún amigo.
Esto
te ayudará a conocer mejor los versículos y a fijarlos de manera permanente en
tu corazón.
Si
hay cosas que no entiendes háblalo también con tu amigo. Quizá él tenga mejor
conocimiento de lo que lees y puede ayudar a aclarar las dudas que tengas.
Leer
acompañado de otras personas también es un método beneficioso para
retroalimentarte.
Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la
exhortación y la enseñanza. 1 Ti. 4:13
Compartir
la Palabra de Dios en grupo permitirá conocer diferentes puntos de vista del
tema que has leído y te ayudará a mejorar tu técnica para compartir con otros
el mensaje de Dios.
Nunca
olvides el privilegio que tienes al tener entre tus manos las Sagradas Palabras
de que nuestro Dios dejó para que podamos alcanzar la eternidad y una vida
conforme a su corazón.
6.
Aprende versículos de memoria uno a uno.
Moisés,
en sus últimos días de vida, alentó al pueblo de Israel a atesorar la Palabra
de Dios en su corazón y su alma, y atarlas como señal en sus manos y en sus
frentes.
Aconsejó
además a enseñarles a sus hijos, a hablar la Palabra de Dios cuando estaban en
sus casas y cuando iban de camino a algún lugar, al acostarse y levantarse.
Debían
también escribirlas en los postes de sus puertas y en sus portones. (Dt.
11:18-23)
Sé
que esto en la actualidad puede sonar extremo y anticuado. ¿Te imaginas llevar
en la frente todo el Salmo 119? No saldrías ni a comprar pan.
El
punto es que entiendas lo importante que es estar rodeado de manera constante
de la Palabra de Dios.
Así
que empieza aprendiendo de memoria algunos versículos de la Biblia. Puedes
elegir aquellos en los que Dios ha hablado a tu vida.
Adicional
a esto te recomiendo leer el artículo ¿Cómo debería alguien empezar a leer la
Biblia? Que es una guía para aprender a deleitarte en las Sagradas Escrituras.
7.
Usa herramientas para estudiar la Biblia.
En
este último consejo quiero generar en ti conciencia acerca de lo necesario que
es para un cristiano aprender a estudiar la Biblia.
Si
bien es cierto con los consejos anteriores empezarás a generar un hábito de
lectura bíblica, es necesario también generar un hábito de estudio y análisis
de la Palabra de Dios.
Puedes
empezar buscando la ayuda de una persona con conocimiento en la Palabra de Dios
con quien des tus primeros pasos en el estudio de la Biblia.
Luego
por tu propia cuenta y pidiendo ayuda al Espíritu Santo puedes empezar un
estudio de la Biblia en el que aprenderás a tu ritmo.
Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo,
el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el
conocimiento de Él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que
sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la
gloria de su herencia en los santos. (Ef. 1:17-18)
¿Y
qué herramientas necesitas para estudiar la Biblia?
La
verdad es que tener acceso a una biblioteca de libros cristianos puede generar
un gran problema y elevados costos.
Pero
a Dios gracias contamos con la tecnología y esta nos proporciona las
facilidades para tener de primera mano distintas versiones de la Biblia,
comentarios bíblicos, diccionarios, mapas, etc.
Debo
añadir también que si se presentan momentos en los que se complica leer la
Biblia, puedes encontrar el rescate perfecto en la Biblia en Audio.
Y
para esto, YouVersion, un aplicativo de la Biblia, te permite escuchar la
Palabra de Dios en diferentes versiones.
Ya
sea que estés manejando, cocinando, haciendo deporte, o trabajando, esta
aplicación cristiana te permitirá seguir alimentando tu alma mientras realizas
tus labores cotidianas.
Por
Último.
Si
buscas que Dios hable a tu vida la Biblia es el principal medio por el cual
conocerás que es lo que Él desea para ti.
Al
principio puede que no sea fácil adaptar tu ritmo de vida a la lectura de la
Palabra de Dios, pero si anhelas llenar tu alma con el mensaje de Salvación,
buscarás la mejor manera para dedicar tiempo a la Biblia.
No
olvides orar todos los días pidiendo a Dios que te ayude a crear el hábito de
la lectura bíblica y que nada se presente como distracción al momento de iniciar
tu meditación en la Biblia.
Disfruta
de las muchas versiones en las que se ha traducido la Biblia para tener un
panorama más claro del mensaje de Dios.
Y
si pones en practicar el aprender de memoria los versículos que más te
encanten, tu mente se llenará de la Palabra de Dios, tendrás prosperidad y una
transformación de adentro hacia fuera, y querrás compartir con todo el mundo
sobre lo que Dios va hablándote a través de Su Palabra.
Oro
para que Dios te dé sabiduría y que estos consejos te ayuden a amar la lectura
de la Biblia, aunque no te guste leer.
El
Espíritu Santo te guiará a toda verdad, solo pídele que te dé revelación y
sabiduría espiritual para aprender, poco a poco y un paso a la vez.
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