NUESTRAS PARROQUIAS

Buscamos unas Parroquias que sean Comunidades generadoras de vida, en ella fuimos engendrados por el Bautismo, y ella acompaña a sus hijos desde que nacen hasta que mueren. Escuela en la que nos formamos y maduramos unos con otros en la fe por la evangelización y la formación, como tarea permanente de conversión personal y comunitaria, entendida como un proceso dinámico que nunca acaba, como experiencia profunda de Dios e interiorización de la vida de Cristo (Gál 2,20; Filp 1,21). Debe ser un lugar de encuentro y vínculo de comunión, casa abierta a todos, hogar de los pobres, plataforma misionera, donde aprendemos y vivimos en libertad, fermento de nueva humanidad. Atenta a los signos de los tiempos y a las necesidades de nuestra gente


Bizitza sortzen duen Parrokia baten bila gabiltza, bertan Bataioaren bidez sortu ginen, eta gure seme-alabei jaiotzetik hil arte laguntzen diena. Katekesi eta ebanjelizazioaren fedean hezten eta heltzen garen ikastetxea da, bihurtze pertsonal eta komunitarioko etengabeko zeregin bezala, inoiz bukatzen ez den prozesu dinamiko bat bezala ulertua, Jainkoaren esperientzia sakona eta Kristoren bizitzaren barnerapen bezala (Gal 2,20; Filp 1,21). Topagune eta elkarte-lotura izan behar du, denontzat irekitako etxea, behartuen etxebizitza, plataforma misiolaria, aske ikasi eta bizitu dezakegunak, gizarte berri baten hartzigarria.


miércoles, octubre 24, 2012


JUEVES 25 DE OCTUBRE DE 2012

A DIOS ORANDO
CON PAPÁ CONVERSANDO

La oración cristiana da frutos, no sólo paras mí, sino con los demás, me hace crecer en el amor a Dios y a los hombres.
Dios es Alguien en mi vida y no es sólo una "idea" sin vida.
El diálogo continuo con Dios se vuelve parte de mi vida cotidiana
                                                  
¡Buenos días.. Señor! Hoy quiero saludarte con el viento que silba y canta, con los colores matizados del alba, con los trinos de las aves que gorjean en las ramas, con las olas que besan la arena aún no pisada de las playas, con las barcas mecidas suavemente en el agua.

¡Buenos días, Señor! Te lo digo con el sol, la luna, las estrellas, con las cumbres nevadas, con las fuentes cristalinas que reflejan el verde de los juncos en el espejo plateado de sus aguas, con los veneros ocultos en los montes saltando por los riscos abruptos y trocándose en blancos surtidores para orlar las montañas.

¡Buenos días, Señor! Quiero aprender a saludarte como lo hacía María de Nazaret cada mañana, con los ojos del corazón abiertos para agradecer tu presencia cercana.
¡Dios estaba en su casa! Descubrir con Ella tu presencia en los campos de mieses doradas, en la vid trepadora, en el jazmín riente, en el azahar que perfuma el entorno y engalana el naranjo, en los corderos que retozan en los prados y en los recentales que alegran con sus saltos al zagal que cuida el rebaño.

 
                                Invocación al Espíritu Santo

Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.


                            Evangelio según san Lucas (12, 49-53)
Jesús dijo a sus discípulos:
He venido a traer fuego a la tierra, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo!
Tengo que recibir un bautismo ¡y cómo me angustio mientras llega!
¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo.
No he venido a traer la paz, sino la división.
De aquí en adelante, de cinco que haya en una familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres.
Estará dividido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra’’



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Símbolos poderosos y universales, del fuego y del agua con los que me hablas de la presencia del Espíritu Santo.
Dos realidades complementarias que acontecieron en distintos momentos de mi vida, pero que están operando simultáneamente: la iniciación bautismal y la confirmación del compromiso.
El bautismo que me propones no sólo sugiere un proceso de purificación, como los ritos judíos, o un proceso de conversión, como exigía Juan Bautista.
El bautismo cristiano es la inmersión en tu camino, Jesús, en tus convicciones, acciones y conducta.
Esto que tiene un claro comienzo en el ritual bautismal, no tiene final en la vida cristiana; es permanente: “imprime carácter”.
Primer paso, continuado por el seguimiento diario de Jesús y la escucha asidua de tu Palabra, alcanza una nueva dimensión en la opción por la evangelización que me pides.
El ritual confirmatorio de Pentecostés indica que la comunidad ha alcanzado la madurez necesaria para hacerse completamente responsable de continuar el anuncio del evangelio. ¿Lo somos?
El evangelio me invita a cuestionar la comprensión puramente ritual o funcional del bautismo y a madurar esa opción por medio de la escucha atenta de la Palabra y la acción misericordiosa en el diario vivir.
Doy gracias a Dios por las personas que me llevaron al bautismo y me enseñaron a vivirlo.
Te pido por la Iglesia, sepamos obedecer el mandato de unir “bautizad” con “enseñad”
Que tu Iglesia, santa y pecadora, sepamos llevar con paz y justicia las divisiones que sean necesarias y que cesen las divisiones y discordias generadas por la búsqueda de poder.



Señor Dios, creador nuestro, Tú me hablas continuamente en el esplendor de tu creación. Concédenosme saber escuchar tu Palabra, para estar siempre en comunicación contigo y así seguir más fielmente tus enseñanzas.
Te lo pido por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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