NUESTRAS PARROQUIAS

Buscamos unas Parroquias que sean Comunidades generadoras de vida, en ella fuimos engendrados por el Bautismo, y ella acompaña a sus hijos desde que nacen hasta que mueren. Escuela en la que nos formamos y maduramos unos con otros en la fe por la evangelización y la formación, como tarea permanente de conversión personal y comunitaria, entendida como un proceso dinámico que nunca acaba, como experiencia profunda de Dios e interiorización de la vida de Cristo (Gál 2,20; Filp 1,21). Debe ser un lugar de encuentro y vínculo de comunión, casa abierta a todos, hogar de los pobres, plataforma misionera, donde aprendemos y vivimos en libertad, fermento de nueva humanidad. Atenta a los signos de los tiempos y a las necesidades de nuestra gente


Bizitza sortzen duen Parrokia baten bila gabiltza, bertan Bataioaren bidez sortu ginen, eta gure seme-alabei jaiotzetik hil arte laguntzen diena. Katekesi eta ebanjelizazioaren fedean hezten eta heltzen garen ikastetxea da, bihurtze pertsonal eta komunitarioko etengabeko zeregin bezala, inoiz bukatzen ez den prozesu dinamiko bat bezala ulertua, Jainkoaren esperientzia sakona eta Kristoren bizitzaren barnerapen bezala (Gal 2,20; Filp 1,21). Topagune eta elkarte-lotura izan behar du, denontzat irekitako etxea, behartuen etxebizitza, plataforma misiolaria, aske ikasi eta bizitu dezakegunak, gizarte berri baten hartzigarria.


lunes, octubre 22, 2012

orar siempre,


                  Lunes 22 de Octubre de 2012
                                
                         A DIOS ORANDO.......
                 CON PAPÁ HABLANDO...........



Dios es un Padre que nos ama, y con la oración nosotros participamos de su amor.
Es un Padre que llena de bendiciones a sus hijos.
Te siento, te veo en esta señal (imagen, biblia, foto,....)
Y hablamos



                   Invocación al Espíritu Santo
(muy despacio, disfrutar cada palabra)
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Acto de fe:
Señor, creo que tu estás aquí, dentro de mí. No te veo, ni te oigo, ni te siento, pero creo que sí estás realmente aquí. No hay ningún rincón de mi cuerpo o de mi alma escondido para ti, pues tu me penetras totalmente con la luz de tu inteligencia. Creo todo lo que tu me enseñas por medio de tu Palabra y por medio de la santa Iglesia Católica.

Evangelio según San Lucas 12,13-21.

Uno de la multitud le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia".
Jesús le respondió: "Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?".
Después les dijo: "Cuídense de toda avaricia, porque aún en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas".
Les dijo entonces una parábola: "Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho,
y se preguntaba a sí mismo: '¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha'.
Después pensó: 'Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes,
y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida'.
Pero Dios le dijo: 'Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?'.
Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios".


Jesús nos invita a enriquecernos ante Dios.
La abundancia de posesiones era identificada con la tranquilidad e, incluso, con la felicidad, pero bien se sabía cuán frágiles eran las seguridades provenientes de las posesiones.
A cada época de bonanza le sigue una de escasez, y con frecuencia la precariedad sobreviene por las veleidades de gobernantes incapaces que piensan más en sus intereses particulares que en el bien común. Jesús nos invita a desafiar esas seguridades con el cultivo de la espiritualidad como auténtica fuente de seguridad y felicidad.
Para él, la vida es más que la suma de los procesos biológicos, económicos y sociales.
La vida es un don y, como tal, debe ser a su vez donado en abundancia, ya que la vida, como bien principal, no se puede retener, pero sí se puede entregar.
La herencia que Jesús nos ha dejado es precisamente ese espíritu de vida, amor y felicidad.
– Nuestra cultura promueve valoraciones excesivas respecto a los bienes económicos y sociales, ya que pone en ellos la seguridad única y última de la existencia; sin embargo, la consecuencia de esta actitud es el vacío afectivo y existencial, ya que la consecución de estos bienes no produce inmediatamente el efecto que pretenden.

Jesús, no tienes manos.
Tienes sólo nuestras manos
para construir un mundo donde reine la justicia.

Jesús, no tienes pies.
Tienes sólo nuestros pies
para poner en marcha la libertad y el amor.

Jesús, no tienes labios.
Tienes sólo nuestros labios
para anunciar al mundo la Buena Noticia de los pobres.

Jesús, no tienes medios.
Tienes sólo nuestra acción
para lograr que todos seamos hermanos.

Jesús, nosotros somos tu Evangelio,
el único Evangelio que la gente puede leer,
si nuestras vidas son obras y palabras eficaces.

Jesús, danos tu amor y tu fuerza
para proseguir tu causa
y darte a conocer a todos cuantos podamos.

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