NUESTRAS PARROQUIAS

Buscamos unas Parroquias que sean Comunidades generadoras de vida, en ella fuimos engendrados por el Bautismo, y ella acompaña a sus hijos desde que nacen hasta que mueren. Escuela en la que nos formamos y maduramos unos con otros en la fe por la evangelización y la formación, como tarea permanente de conversión personal y comunitaria, entendida como un proceso dinámico que nunca acaba, como experiencia profunda de Dios e interiorización de la vida de Cristo (Gál 2,20; Filp 1,21). Debe ser un lugar de encuentro y vínculo de comunión, casa abierta a todos, hogar de los pobres, plataforma misionera, donde aprendemos y vivimos en libertad, fermento de nueva humanidad. Atenta a los signos de los tiempos y a las necesidades de nuestra gente


Bizitza sortzen duen Parrokia baten bila gabiltza, bertan Bataioaren bidez sortu ginen, eta gure seme-alabei jaiotzetik hil arte laguntzen diena. Katekesi eta ebanjelizazioaren fedean hezten eta heltzen garen ikastetxea da, bihurtze pertsonal eta komunitarioko etengabeko zeregin bezala, inoiz bukatzen ez den prozesu dinamiko bat bezala ulertua, Jainkoaren esperientzia sakona eta Kristoren bizitzaren barnerapen bezala (Gal 2,20; Filp 1,21). Topagune eta elkarte-lotura izan behar du, denontzat irekitako etxea, behartuen etxebizitza, plataforma misiolaria, aske ikasi eta bizitu dezakegunak, gizarte berri baten hartzigarria.


lunes, noviembre 26, 2012

orar siempre,



A DIOS ORANDO

Y CON ABBÁ CONVERSANDO

Martes, 27 de Noviembre de 2012

Dios da la oración a quien reza.

El cimiento de la oración va fundado en la humildad,
y mientras más se abaja un alma en la oración, más la sube Dios.

El contemplativo prefiere amar la maravilla que descubre en vez de tratar de comprenderla.

El contemplativo trabaja, lee, pasea, viaja, hace compras, reza, visita a sus amigos, etc.
Mas en el centro de todas sus actividades está siempre aquel sentimiento precioso de intima unión con su amado.

El desvelo no ha de ser motivo de quebranto,
sino un tiempo de oración para llegar a lo alto.



Acto de esperanza

Dios mío, espero de tu bondad,
por tus promesas y por los méritos de Jesucristo,
nuestro Salvador, la vida eterna y la gracia necesaria
para merecerla con las buenas obras que debo y quiero hacer.
Señor, que pueda gozarte para siempre.


Evangelio según san Lucas (21, 5-11)

Como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo:

Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando;
todo será destruido”.

Entonces le preguntaron:
Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?”

El les respondió:
Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán:
Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado’.
Pero no les hagan caso.
Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el fin”.

Luego les dijo:
Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro.
En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre,
y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles”.


*                *                 *                 *               *

No quedará piedra sobre piedra

La reconstrucción del Templo de Jerusalén tardó más de ochenta años y consumió una cantidad enorme de recursos económicos.
Para poder hacer una edificación que compitiera con los templos griegos y los edificios públicos romanos se sometió a la población a una fuerte tributación.
Se calcula que un campesino de aquella época pagaba en impuestos más de la mitad de lo que ganaba.
La belleza del edificio arrancaba exclamaciones a hebreos y extranjeros, 283.5 de largo por 254.3 de ancho y una altura máxima de 50.
¡ 10 minutos para dar la vuelta al Templo! para recorrer sus muros exteriores.

Detrás de esta magnificencia se escondía la violencia, la miseria y la opresión de muchas personas que naufragaban en medio de deudas, hambrunas y precariedades de todo tipo.
La crítica de Jesús pone en evidencia cómo la voluntad humana de poder se encubre con espléndidos edificios religiosos y con teologías no menos sofisticadas.

En la actualidad tenemos una situación semejante; sólo que ahora no se cometen esas injusticias a nombre de la religión, sino del ‘progreso’, la tecnología, la eficacia o el crecimiento económico. Muchas guerras, catástrofes e injusticias se evitarían si, de una vez para siempre, los seres humanos aprendieran el significado de los límites que la misma existencia impone.
Y debemos creernos que somos el Templo del Espíritu Santo



                 Oración final

ESPIRITU SANTO,
Señor de mi alma y de mi cuerpo:
El apóstol Pablo dice a sus discípulos que nuestros cuerpos son tu templo.
¿Por qué lo dice?
¿No será para que tomemos conciencia de nuestra dignidad
ante la devaluación que hacemos
de nuestros cuerpos de nuestra sensibilidad, de nuestros afectos manifestados?

¿No será para que tomemos conciencia de que no nos pertenecemos
sino que hemos sido comprados por el Padre,
al precio de la sangre de tu hijo?

¿No será para que tomemos conciencia
de que, desde nuestro bautismo,
somos tan miembros de Cristo como una rama lo es del tronco principal?

Tú, Espíritu Santo de Dios,
estás en lucha permanente contra "la carne",
tal como el Hijo, luz del mundo,
está en guerra a muerte contra "el mundo" y "las tinieblas".

Esa "carne" constituye el cono de sombras
que frena tu mano y le impide plasmar en nuestras caras el rostro de Jesús,
único rostro que será reconocido por el Padre.

Los excesos de la carne son, en realidad, frenos a tu obra.

y, además, son atentados contra nosotros mismos,
pues hemos nacido para la pureza,
para el ojo limpio que nos permite ver al mundo como bueno
y así ser llamados hijos de Dios.

La sensibilidad es cosa buena y obra de nuestro padre.

La sensualidad es el abuso de la sensibilidad
y la quiebra de su real vocación.

Queremos que Tú nos animes, que nos des un alma nueva
de modo que el libertinaje, la impureza y la fornicación
no estén en nuestro hogar pues quiere ser tu casa.

Queremos ser como niños en orden a la malicia,
para que Tú nos conviertas en adultos, según tu sabiduría.

Queremos que así como el cuerpo y el alma alaban a Dios en la oración,
también almas y cuerpos alaben a Dios en la conducta diaria,
de modo que mostrándonos al mundo
reconozca el rostro de Jesús el forjado por tu acción...

(Tomado del libro: 36 oraciones con el Espíritu Santo. Héctor Muñoz, Editorial San Pablo).


CONTIGO SIEMPRE, ABBÁ

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