SI RESUCITÖ

Querida familia, querido hermano y hermana:
¡¡¡Jesús ha resucitado!!! Esta es la gran Buena Noticia que dan los ángeles a las
mujeres que van al sepulcro.
Y esa es la gran Buena Noticia que como Iglesia que somos se nos anuncia hoy.
Jesús no quedó en el sepulcro después de dar la vida por nosotros. El Padre
aceptó la entrega de Jesús y lo resucitó.
Jesús ha resucitado y nos ha abierto a nosotros las puertas de la Vida para siempre.
Desde que Jesús resucitó y ascendió al cielo, el destino de nuestra vida es el
cielo, la Vida para siempre.
No hay para nosotros ninguna noticia mejor y mayor que esta. Nada de lo que
podemos vivir y aun soñar es más grande que lo que Jesús nos ofrece en su
Resurrección.
Jesús ha resucitado y vive entre nosotros. Jesús está vivo y camina con nosotros.
Jesús está vivo y nos ofrece compartir su vida nueva. Jesús está vivo y nos ofrece
su presencia y su fuerza para seguirlo y hacer su mismo camino.
Jesús está vivo y podemos encontrarnos con Él. El lugar privilegiado donde nos
encontramos con Jesús vivo es la comunidad. Y dentro de la comunidad, la forma
más extraordinaria de encuentro con Él es en la Eucaristía. En la Eucaristía
podemos hacernos uno con Jesús.
Jesús está vivo en su Palabra. Jesús está vivo en la oración personal y comunitaria.
Jesús está vivo en el sacramento de la Reconciliación.
Jesús está vivo en cada hermano, de una
forma especial en el hermano que sufre, el marginado, el explotado, el señalado como distinto...
En nosotros se produce una Pascua (un paso de vida nueva) cuando nos encontramos con Jesús vivo y nos abrimos a su presencia, a su amor.
A cada uno de ustedes les deseamos de todo
corazón una muy bendecida Pascua