NUESTRAS PARROQUIAS

Buscamos unas Parroquias que sean Comunidades generadoras de vida, en ella fuimos engendrados por el Bautismo, y ella acompaña a sus hijos desde que nacen hasta que mueren. Escuela en la que nos formamos y maduramos unos con otros en la fe por la evangelización y la formación, como tarea permanente de conversión personal y comunitaria, entendida como un proceso dinámico que nunca acaba, como experiencia profunda de Dios e interiorización de la vida de Cristo (Gál 2,20; Filp 1,21). Debe ser un lugar de encuentro y vínculo de comunión, casa abierta a todos, hogar de los pobres, plataforma misionera, donde aprendemos y vivimos en libertad, fermento de nueva humanidad. Atenta a los signos de los tiempos y a las necesidades de nuestra gente


Bizitza sortzen duen Parrokia baten bila gabiltza, bertan Bataioaren bidez sortu ginen, eta gure seme-alabei jaiotzetik hil arte laguntzen diena. Katekesi eta ebanjelizazioaren fedean hezten eta heltzen garen ikastetxea da, bihurtze pertsonal eta komunitarioko etengabeko zeregin bezala, inoiz bukatzen ez den prozesu dinamiko bat bezala ulertua, Jainkoaren esperientzia sakona eta Kristoren bizitzaren barnerapen bezala (Gal 2,20; Filp 1,21). Topagune eta elkarte-lotura izan behar du, denontzat irekitako etxea, behartuen etxebizitza, plataforma misiolaria, aske ikasi eta bizitu dezakegunak, gizarte berri baten hartzigarria.


lunes, enero 05, 2015

REGALOS Y REBAJAS

Regalos y rebajas

Se juntan, en estas épocas, en algunas latitudes, los regalos y las rebajas. Regalos de Reyes. Rebajas de enero. Y, en muchos casos, el cambio de los primeros en las segundas. ¿No te ha pasado nunca? Los reyes te han dejado un jersey que no te gusta, un libro que ya has leído o un CD que no te convence. Y prefieres cambiarlo. Como además ahora empiezan las rebajas, vas a poder comprar más cosas. Y ahí empieza el cambalache, la negociación, el cálculo para exprimir bien los regalos. Pero eso, con el evangelio y la buena noticia navideña, no funcionan.


EL REGALO
«El que no reservó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos va a regalar todo lo demás con él?» (Rom 8, 32)






El regalo está claro. Tú, Señor, sigues viniendo a nuestro mundo, en tu espíritu, en tu historia, en tu encarnación que, aún hoy, es un alarido. Decían antes eso de que los niños vienen con un pan bajo el brazo. Pues tú, de alguna manera, más. Traes una propuesta de vida diferente. Traes una manera nueva de mirar a la realidad. Traes la capacidad para liberarnos de esclavitudes y cadenas. Eres el regalo de Dios para el mundo. También para mí. No sé si me doy suficiente cuenta de eso. De que tú no eres un incordio, una ley o una exigencia, sino una presencia, un amigo que trae la mejor de las noticias. Ese es el regalo.

¿Vivo la fe como regalo, oportunidad, privilegio?


 LA REBAJA

«Buscad el Reino de Dios y su justicia, y lo demás se os dará por añadidura» (Lc 12, 31)


















La trampa es querer exprimir lo que traes a bajo coste. Buscar la ganga del evangelio, el chollo espiritual, el dos por uno. Quiero fe, pero tranquilidad; justicia sin compromiso; cara sin cruz. Puede ocurrir. Es muy bonito lo tuyo, Jesús, salvo cuando implica afrontar incomprensión, renuncia, esfuerzo… Es bonito salvo cuando tus palabras se conviertan en pregunta que me descoloca. Es potente si tu profecía la apunto en dirección a otros; pero tal vez tenga que estar dispuesto a dejar que tus palabras me interroguen a mí. Sobre el amor, sobre la misericordia, la bienaventuranza, la coherencia, la pobreza, la verdad. Y ahí no caben rebajas.














¿Rebajo de alguna manera el evangelio en mi vida?



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