Claves para el manejo
emocional del miedo al coronavirus
Es imposible hablar de otro tema. Es imposible pensar en
otra cosa. El
coronavirus está
provocando gran preocupación y malestar emocional en la población por la
incertidumbre que genera el rápido contagio de este virus, que provoca la
enfermedad conocida COVID-19 y que ya se considera una pandemia.
“El miedo es una emoción desagradable, pero muy saludable,
necesaria y adaptativa. Sin embargo, el miedo intenso y extremo lleva a un bloqueo emocional que lo que hace,
en muchas ocasiones, es paralizarnos. La consecuencia es que nos
anula la capacidad de reaccionar o de buscar soluciones o alternativas que nos
ayuden a estar mejor”,
Esta recomendación sanitaria que te obliga a quedarte en
casa puede ser una oportunidad para pasar más tiempo en familia y compartir
momentos de ocio, haciendo cosas como jugar a juegos de mesa, escuchar música,
bailar o ver la televisión juntos, no las noticias, pero si, una película.
La huella
psicológica del coronavirus a nivel individual va a depender de cómo cada persona
gestione esta situación y de la red de apoyo con la que cuente. Hay
veces que también hay que saber pedir ayuda para sentirnos cuidados. O nos va a
dotar de más recursos y estrategias para poder superar situaciones complicadas
o, por el contrario, nos va a generar traumas, dejando secuelas de
ansiedad por
el miedo a que vuelva a suceder otra vez lo mismo. La sociedad, en general,
vamos a necesitar un poco más de autocuidado para poder estabilizarnos
psicológicamente”.
Consejos para
afrontar el malestar psicológico por el coronavirus
Si estás sintiendo una serie de emociones con alta
intensidad y/o persistentes como:
- Nerviosismo,
agitación o tensión, con sensación de peligro inminente, y/o pánico.
- No
puede dejar de pensar en otra cosa que no sea la enfermedad, o la
preocupación por enfermar.
- Necesita
estar permanentemente viendo y oyendo informaciones sobre este tema.
- Tiene
dificultad para concentrarse o interesarse por otros asuntos.
- Le
cuesta desarrollar sus labores cotidianas o realizar su trabajo adecuadamente
y el miedo le paraliza.
- Está
en estado de alerta, analizando sus sensaciones corporales e interpretándolas
como síntomas de enfermedad, siendo los signos habituales.
- Le
cuesta controlar su preocupación y pregunta persistentemente a sus familiares
por su estado de salud.
- Percibe
un aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada (hiperventilación),
sudoración o temblores sin causa justificada.
- Presenta
problemas para tener un sueño reparador.
Te recomiendo que:
- Identifique
pensamientos que puedan generarle malestar. Pensar constantemente en la
enfermedad puede hacer que aparezcan o se acentúen síntomas que incrementen
su malestar emocional.
- Reconozca
sus emociones y acéptelas (miedo, disgusto, tristeza, interés, ira) están
allí y… ? Si es necesario,
comparta su situación con las personas más cercanas para encontrar la ayuda
y el apoyo que necesita, pero no te quedes e la emoción.
- Cuestiónese:
busque pruebas de realidad y datos fiables. Conozca los hechos y los datos
fiables que ofrecen los medios oficiales y científicos y evite información
que no provenga de estas fuentes, descartando información e imágenes
alarmistas (wasap…)
- Informe
a sus seres queridos de manera realista. En el caso de menores o personas
especialmente vulnerables como ancianos, no les mienta y proporcióneles
explicaciones veraces y adaptadas a su nivel de comprensión.
- Evite
la sobreinformación, ya que estar permanentemente conectado no le hará
estar mejor informado y podría aumentar su sensación de riesgo y
nerviosismo innecesariamente.
- Contraste
la información que comparta. Si usa redes sociales para informarse,
procure hacerlo con fuentes oficiales. No compartir constantemente
informaciones de si son 1000 contagiados o 6 millones de muertos, eso no
te hace ni le hace bien a la personas que quieres.
Pautas emocionales de
autocuidado:
- Mantenga
una actitud optimista y objetiva. Eres fuerte y capaz.
- Lleve
a cabo los hábitos adecuados y de higiene y prevención que recomienden las
autoridades sanitarias.
- Evite
hablar permanentemente del coronavirus.
- Apóyese
en su familia y amigos.
- Ayude
a su familia y amigos a mantener la calma y a tener un pensamiento
adaptativo a cada situación.
- Acuda
a fuentes oficiales y busque información contrastada por expertos: Ministerio
de Sanidad, colegios profesionales sanitarios -el de médicos,
el de enfermería y el
de farmacéuticos, de psicólogos y organismos
oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- No
contribuya a dar difusión a bulos y noticias falsas. No alimente su miedo
ni el de los demás.
- Tenga
cuidado con las conductas de rechazo, estigma y/o discriminación. El miedo
puede hacer que nos comportemos de forma impulsiva, rechazando o discriminando
a ciertas personas.
- Si
le recomiendan medidas de aislamiento, tenga presente que es un escenario
que puede llevarle a sentir estrés, ansiedad, soledad, frustración,
aburrimiento y/o enfado, junto con sentimientos de miedo y desesperanza.
Estos efectos pueden durar o aparecer incluso después del confinamiento.
Trate de mantenerse ocupado y conectado con sus seres queridos.
- Genere
una rutina diaria y aproveche para hacer aquellas cosas que le gustan,
pero que habitualmente por falta de tiempo no puede realizar (leer libros,
ver películas o series, pintar, jardinería, etc.).
¿Qué se debe contar a
los niños?
Los adultos debemos adaptar la información que traslademos
tanto al nivel evolutivo de los niños como a los cambios que día a día se
producen en la situación del brote de coronavirus, dando la importancia que se
merece a la prevención de la transmisión, así como a las medidas de higiene,
reduciendo así situaciones de alarma que afecten a menores.
Hay un cuento para explicarlo, puedes bajarlo: https://www.copmadrid.org/web/img_db/publicaciones/rosa-contra-el-virus-5e6b7760890fd.pdf
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