NUESTRAS PARROQUIAS

Buscamos unas Parroquias que sean Comunidades generadoras de vida, en ella fuimos engendrados por el Bautismo, y ella acompaña a sus hijos desde que nacen hasta que mueren. Escuela en la que nos formamos y maduramos unos con otros en la fe por la evangelización y la formación, como tarea permanente de conversión personal y comunitaria, entendida como un proceso dinámico que nunca acaba, como experiencia profunda de Dios e interiorización de la vida de Cristo (Gál 2,20; Filp 1,21). Debe ser un lugar de encuentro y vínculo de comunión, casa abierta a todos, hogar de los pobres, plataforma misionera, donde aprendemos y vivimos en libertad, fermento de nueva humanidad. Atenta a los signos de los tiempos y a las necesidades de nuestra gente


Bizitza sortzen duen Parrokia baten bila gabiltza, bertan Bataioaren bidez sortu ginen, eta gure seme-alabei jaiotzetik hil arte laguntzen diena. Katekesi eta ebanjelizazioaren fedean hezten eta heltzen garen ikastetxea da, bihurtze pertsonal eta komunitarioko etengabeko zeregin bezala, inoiz bukatzen ez den prozesu dinamiko bat bezala ulertua, Jainkoaren esperientzia sakona eta Kristoren bizitzaren barnerapen bezala (Gal 2,20; Filp 1,21). Topagune eta elkarte-lotura izan behar du, denontzat irekitako etxea, behartuen etxebizitza, plataforma misiolaria, aske ikasi eta bizitu dezakegunak, gizarte berri baten hartzigarria.


lunes, octubre 12, 2020

CONTRA EL GASTO MILITAR: OBJECIÓN FISCAL

 En los últimos dos años hemos asistido con impotencia al desmantelamiento del Estado del Bienestar construido durante los años de democracia. Las partidas presupuestarias en sanidad, educación, derecho al trabajo, derecho a la vivienda… elementos fundamentales de nuestra sociedad han sido recortadas drásticamente con el objetivo de equilibrar el déficit fiscal del estado. Un déficit generado por un gasto descontrolado en proyectos sin viabilidad económica (aeropuertos sin aviones, AVEs no rendibles, etc.).

El año 2012 el gobierno de España practicó recortes que suponían un 17% respecto al año anterior (Educación y cultura 21,2%, Sanidad 13,7%, Ayuda al Desarrollo 71,2%). Sin embargo, para el Ministerio de Defensa los recortes llegaron a un teórico 11,04% pero que a la práctica, y una vez cerradas las cuentas, solo se han quedado en el 6,33%. Este año los presupuestos continúan en la misma línea.

Los recortes aplicados sin ninguna consulta provocan indignación y la sociedad ha empezado a manifestarlo en la calle, pero esta indignación sería mucho mayor si se diese a conocer que nos gastamos 45 millones de euros cada día en Defensa; o que solamente recortando este gasto durante 7 días no habría sido necesario congelar o rebajar los salarios de los trabajadores públicos de la Generalitat de Cataluña. Desgraciadamente, la clase política que gobierna o ha gobernado calla. Se inclina más por el recorte social y poder comprar con este dinero nuevos trastos bélicos para contentar a los militares y a las empresas que negocian con ellos; o fomentar el comercio de armas también hacia aquellos países sin escrúpulos, que no respetan los derechos humanos.

Empezamos a manifestarnos de manera colectiva, para reclamar al Gobierno la aplicación de recortes más profundos en el ámbito militar que permitan recortar menos en gasto social; podemos empezar a desobedecer en el ámbito individual y civil a la hora de hacer la declaración de renta practicando la objeción fiscal al gasto militar.

La objeción fiscal no supone dejar de pagar impuestos; consiste en desviar las cantidades de la objeción a proyectos sociales, a entidades que trabajan por la paz, para el desarrollo y los derechos humanos.

Pero ante la cruda realidad de los 6 millones de parados, una pobreza infantil del 24%, un paro juvenil que roza el 55%, salarios cada vez más bajos, desahucios, sanidad y educación sin recursos; ¿cómo podemos permitir que el Estado español siga gastando 45 millones de euros diarios en mantener una estructura que implica muerte y destrucción y no hacer nada?, ¿cómo podemos seguir impasibles ante la compra de armamento sofisticado que en los próximos 10 años incrementará la deuda en unos 30.000 millones de euros?

Actualmente, los miles de objetores y objetoras fiscales al gasto militar tenemos claro que solamente con una desobediencia global de toda la sociedad, ejerceremos sobre el gobierno una presión real que le obligará a un replanteamiento de este gasto. ¡Es hora de empezar!

Xema Moya

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