NUESTRAS PARROQUIAS

Buscamos unas Parroquias que sean Comunidades generadoras de vida, en ella fuimos engendrados por el Bautismo, y ella acompaña a sus hijos desde que nacen hasta que mueren. Escuela en la que nos formamos y maduramos unos con otros en la fe por la evangelización y la formación, como tarea permanente de conversión personal y comunitaria, entendida como un proceso dinámico que nunca acaba, como experiencia profunda de Dios e interiorización de la vida de Cristo (Gál 2,20; Filp 1,21). Debe ser un lugar de encuentro y vínculo de comunión, casa abierta a todos, hogar de los pobres, plataforma misionera, donde aprendemos y vivimos en libertad, fermento de nueva humanidad. Atenta a los signos de los tiempos y a las necesidades de nuestra gente


Bizitza sortzen duen Parrokia baten bila gabiltza, bertan Bataioaren bidez sortu ginen, eta gure seme-alabei jaiotzetik hil arte laguntzen diena. Katekesi eta ebanjelizazioaren fedean hezten eta heltzen garen ikastetxea da, bihurtze pertsonal eta komunitarioko etengabeko zeregin bezala, inoiz bukatzen ez den prozesu dinamiko bat bezala ulertua, Jainkoaren esperientzia sakona eta Kristoren bizitzaren barnerapen bezala (Gal 2,20; Filp 1,21). Topagune eta elkarte-lotura izan behar du, denontzat irekitako etxea, behartuen etxebizitza, plataforma misiolaria, aske ikasi eta bizitu dezakegunak, gizarte berri baten hartzigarria.


viernes, octubre 19, 2012


                                                                                     19 de Octubre de 2012, viernes
                                                                                            A DIOS ORANDO..........

-Quiero orar
-La oración es buscarte, es ponerme en contacto contigo, mi Dios, es encontrarme contigo, es acercarme a Ti
-Orar es llamar y responder. Es llamarTe y es responder a Tus invitaciones.
Es un diálogo de amor
-quiero unirme conTigo que estás presente delante de mí en estos momentos...
-Que acierte a establecer esta relación de unión conTigo, para que sea oración cristiana

                                           Invocación al Espíritu Santo
                                                     (muy despacio, disfrutando cada palabra)
Enciende tu luz en nuestras mentes,
infunde tu amor en nuestros corazones,
y, a la debilidad de nuestra carne,
vigorízala con redoblada fuerza.

Al enemigo ahuyéntalo lejos,
danos la paz cuanto antes;
yendo Tú delante como guía,
sortearemos los peligros.

                         Acto de humildad:
Me doy cuenta, Señor, de que no soy mucho. Soy lo que soy delante de Ti.
No soy más porque los hombres me alaben, o menos porque me desprecien.
Ayúdame a darme cuenta de mi escasez física, moral y espiritual.
Si produzco fruto en mi vida es porque Tú me das tu gracia.
Perdóname mis pecados, que son muchos. He traicionado tu amor tantas veces...

                       Evangelio según san Lucas (12, 1-7)

En aquel tiempo, la multitud rodeaba a Jesús en tan gran número, que se atropellaban unos a otros. Entonces Jesús les dijo a sus discípulos:
Cuídense de la levadura de los fariseos, es decir, de la hipocresía.
Porque no hay nada oculto que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a conocerse. Por eso, todo lo que ustedes hayan dicho en la oscuridad, se dirá a plena luz, y lo que hayan dicho en voz baja y en privado, se proclamará desde las azoteas.
Yo les digo a ustedes, amigos míos:
No teman a aquellos que matan el cuerpo y después ya no pueden hacer nada más.
Les voy a decir a quién han de temer: Teman a aquel que, después de darles muerte, los puede arrojar al lugar de castigo.
Se lo repito:
A él sí tienen que temerlo. ¿No se venden cinco pajarillos por dos monedas?
Sin embargo, ni de uno solo de ellos se olvida Dios; y por lo que a ustedes toca, todos los cabellos de su cabeza están contados.
No teman, pues, porque ustedes valen mucho más que todos los pajarillos”.

Jesús insiste en “cuidarse” de la levadura de los fariseos.
cuidarse de lo que “infla”, de lo que nos vuelve soberbios, de todo lo que nos quiere “agrandar”.
La “levadura” levanta, engrandece huecamente, hace creer que uno es lo que en realidad no se es.
El Señor indica la clave para salir del círculo vicioso de hacer las cosas por creernos los mejores. Decir a gritos la verdad, en semilla, que Él nos enseña.
Lo que Él dice “en secreto”, místicamente , en “susurro”
El discípulo escucha en el interior de su corazón, lo madura, deja crecer aquello que se sembró en él; y, con fuerza lo predica, lo enseña, se convierte en el que “proclama desde lo alto de las casas”.
No tener temor, vencerlo a fuerza de la verdad, saber ver con claridad las cosas como son, no las apariencias, sino las claridades de lo simple.
Nos alerta contra los poderosos que pueden matar, pero lo hace de manera en que nos invita a ser discípulos y no héroes, hijos y no soldados en una batalla.
Valemos mucho, no somos peones de ajedrez, ni soldados en una batalla… somos hijos amados. Eso es importante, eso es claro, eso es simple.
La “levadura de los fariseos” nos lleva a satisfacer nuestro ego, nuestra autoafirmación.
Jesús nos lleva a encontrarnos filialmente con el Padre, a no temer: la “casa de Dios” es nuestra.
No somos héroes, ni soldados de Cristo; somos hijos de Dios, que confían en Él.


- ¿Proclamo “desde lo alto de las casas” la Buena Noticia que Jesús “susurró” en mis oídos?
- ¿A qué le tengo miedo? ¿En qué cosas confío, filialmente, en mi Padre Dios?
- Lo escondido será revelado. ¿Hay en mí algo que temo sea revelado un día?
- La contemplación de los pajarillos y de la naturaleza lleva a Jesús a actitudes sorprendentes que revelan la bondad gratuita de Dios. ¿Tengo costumbre de contemplar la naturaleza?

QUÉ  GUSTO  SENTIR  QUE  ESTÁS  EN  TODO  A  M I LADO,  ABBÁ   (jaculatoria para hoy)

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