21-11-2023
¿Convivir con unas bases consensuadas (democracia)
o con unos tornillos al sillón (dictadura)?
En una entrevista con Infobae, el investigador del Instituto de Ciencias Penales y profesor de Criminología de la Universidad Central de Venezuela señaló que durante décadas el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas ha sido el organismo de seguridad más letal del país.
Según Ávila, estos dos cuerpos nacionales representan aproximadamente el 60% de los casos de muertes causadas por la fuerza pública en Venezuela, seguidos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, principalmente a través de la Guardia Nacional Bolivariana.
El investigador destacó la falta de datos y cifras verificables sobre el desempeño estatal en diversas áreas de la vida pública, incluida la seguridad ciudadana.
Según las últimas cifras oficiales disponibles entre 2016 y 2018, más de 16,280 personas murieron por intervención de la fuerza pública en el país, lo que representa más de 5,000 personas al año. Esto equivale a aproximadamente 15 jóvenes asesinados diariamente por la policía. Estas cifras son alarmantes, ya que la tasa de muertes por intervención de la fuerza pública en Venezuela es superior a la tasa de homicidios en la mayoría de los países del mundo.
Ávila también destacó que el porcentaje de muertes causadas por la intervención de las fuerzas de seguridad del Estado en los homicidios totales en Venezuela ha aumentado significativamente en los últimos años. En 2010, representaba el 4%, mientras que en 2018 llegó al 33%. Esto significa que uno de cada tres homicidios en el país es consecuencia de la acción de las fuerzas de seguridad estatales.
Las víctimas son principalmente jóvenes de barrios marginalizados, a quienes el gobierno, la oposición y muchos sectores de la sociedad civil no consideran sujetos de derechos. Según Ávila, el 99% de las víctimas son hombres, principalmente morenos, que viven en las periferias de las ciudades.
El director del Monitor de Fuerza Letal de Venezuela enfatizó que muchas de estas víctimas fueron presentadas por el Estado como delincuentes que murieron en enfrentamientos armados con los cuerpos de seguridad. Sin embargo, en la mayoría de los casos, esto no es cierto. Muchos de ellos murieron después de ser detenidos, sin portar armas ni mediar ningún enfrentamiento, y sin tener vínculos delictivos.
Los estados con mayor número de casos registrados son Miranda, Zulia, Distrito Capital y Aragua, que representan casi el 60% de los asesinatos documentados por el Monitor de Fuerza Letal de Venezuela en los últimos cinco años.
(Con información de Infobae)
27-10-2023
Se ve un sentido agudo de libertad, y surgen nuevas formas de esclavitud social y psicológica.
El mundo siente con viveza su propia unidad y la mutua interdependencia en solidaridad, sin embargo, gravísimamente dividido por la presencia de fuerzas contrapuestas.
Persisten, en efecto, todavía agudas tensiones políticas, sociales, económicas, raciales e ideológicas, y ni siquiera falta el peligro de una guerra que amenaza con destruirlo todo.
Se busca con fuerza un orden temporal más perfecto, sin que mejore el espíritu
Se quiere descubrir marcianos y se desconoce a los hermanos de la Tierra
El evangelio habla de “signos de los tiempos”, volvamos al número 4 de la Gaudium et Spes ("Las alegrías y las esperanzas") .
Dios nos sigue hablando en los acontecimientos de cada día, en los grandes y en los pequeños.
En las noticias de la televisión y en las historias, que no son noticia, que están en nuestras calles, a la vuelta de cualquier esquina.
Vivamos El signo del acuerdo frente a la confrontación y el signo de conocernos a nosotros mismos
20-10-2023
Reflexión sobre la falta de vocaciones religiosas
Esta hermosa imagen otoñal de «la dehesa» (el principal parque urbano de Soria) me sirve para ilustrar mi reflexión de hoy.
Tengo 57 años y soy el más joven de mi comunidad. Los otros cuatro frailes con los que convivo son mejores que yo: austeros, orantes y serviciales; pero esa es otra historia.
Desde que entré en la vida religiosa, hace casi 40 años, han fallecido muchos hermanos, han disminuido las vocaciones y hemos tenido que cerrar muchos conventos. Hoy somos menos y más ancianos que entonces. Las comunidades más numerosas no son las de formación, sino las enfermerías. Es duro reconocerlo, pero es la verdad.
Hay quienes afirman que esta falta de vocaciones se debe a que las congregaciones se han secularizado, han abandonado sus signos de identidad y cosas por el estilo. Yo estoy convencido de que esas no son las causas. De hecho, las hermanitas de los ancianos desamparados y los cartujos nunca han dejado de usar el hábito ni sus formas tradicionales de vivir, pero tienen tan pocas vocaciones como los demás.
El mismo problema enfrentan la mayoría de los seminarios diocesanos occidentales, comenzando por el de Roma, la diócesis del papa.
La verdad es que hoy es difícil encontrar personas que quieran consagrarse a tiempo completo y para toda la vida a servir al Señor, renunciando a sus proyectos personales, dispuestas a marchar donde la gloria de Dios las envíe. No afirmo que ya no queden personas dispuestas a hacerlo o que en el futuro no las habrá. Solo digo que es algo minoritario.
En otros momentos de la historia, ser sacerdote o religioso tenía un prestigio social que hoy ha desaparecido. En nuestros días, quienes se consagran al Señor son conscientes de que optan por algo que no está de moda y no saben qué futuro les espera.
A pesar de todo, es maravilloso saber que hemos entregado la vida a Cristo y confiar en que él realizará su obra en nosotros (cómo y cuándo, solo él lo sabe). Con santa Teresita, muchos repetimos cada día: «No me arrepiento de haberme entregado al amor».
La mayoría de los sacerdotes, frailes y religiosas que conozco son personas vocacionadas, que viven con ilusión y gozo su consagración, entregados con generosidad a las tareas que les encomiendan.
Es cierto que entre nosotros hay algunas personas «avinagradas», que siempre culpan a los demás de sus descontentos, pero también hay otras admirables, orantes, serviciales e incluso santas. Es fácil criticar a las primeras, pero sería mejor que imitáramos a las segundas.
La crisis vocacional es un problema que afecta seriamente a todos los países occidentales y ya empieza a notarse también en los otros. Esta situación nos obliga a repensar todo lo relacionado con los ministerios y las formas de consagración en la Iglesia.
Intuyo que no desaparecerán los ministerios al servicio de la comunidad ni las vocaciones de especial consagración, pero serán aún más minoritarios que en nuestros días y distintos a como hoy los conocemos.
Nos encontramos en una sociedad que cambia con rapidez (algunas cosas para bien y otras para mal). No es la primera vez ni será la última que acontece un cambio de época. Hasta ahora, la Iglesia siempre se ha adaptado (con más o menos dificultades) y ha sobrevivido en cada etapa de la historia. Así será también en el futuro, porque Cristo nos aseguró que el poder del infierno no prevalecerá sobre su Iglesia (cf. Mt 16,18).
La vida da muchas vueltas y hay quienes piensan que -antes o después- las cosas volverán a ser como antes.
Yo pienso que las instituciones, prácticas y costumbres del pasado no volverán, sino que surgirán otras nuevas, que hoy no podemos imaginar con claridad.
Personalmente, doy gracias a Dios por todo lo que he recibido hasta ahora de la vida consagrada, por la gran labor evangelizadora, cultural y caritativa que han realizado las órdenes y congregaciones tradicionales hasta el momento. Pero soy consciente de que muchas de esas obras y presencias desaparecerán en un futuro próximo.
Al mismo tiempo, quiero recordar siempre la promesa de Jesús: «Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mt 28,20). El gran reto de los cristianos de esta generación es descubrir esa presencia amorosa del Señor en el complejo presente que nos ha tocado vivir.
Además, el Señor siempre alabó a los pequeños y a los débiles, afirmando que son los preferidos de Dios. Y enseñó que podemos ser bienaventurados, felices, también cuando estamos enfermos, cuando lloramos, cuando no terminamos de entender lo que sucede a nuestro alrededor. Por lo tanto, lo que estamos viviendo no es tan malo a la luz del evangelio
Por otro lado, aunque disminuyen las vocaciones de especial consagración, hay muchos cristianos generosos que se forman, colaboran con las actividades de la Iglesia (catequesis, grupos de liturgia, equipos de evangelización...) y hacen voluntariado en distintas realidades (cáritas, visitadores de enfermos, banco de alimentos...)
Un error muy común es pensar que ellos tienen que ocupar los huecos que nosotros dejamos y que echamos mano de ellos solo porque los necesitamos.
Recordemos que la Iglesia es tanto de los seglares como de los sacerdotes y consagrados. Todos somos responsables de la evangelización y los laicos tienen que encontrar su manera de servir a Cristo y a los hermanos desde su propia vocación, porque es algo que les pertenece por naturaleza, no porque los clérigos les hagamos esa concesión.
En realidad, no nos encontramos ante una crisis de la vida religiosa o del estado clerical, estamos ante una crisis de la Iglesia. Orar y trabajar para encontrar la manera de encarnar el evangelio «aquí y ahora» es algo que nos concierne a todos.
Podemos decir que -como institución- en Occidente estamos viviendo un otoño, que se prolongará todo el tiempo que Dios quiera. Esta es una estación bella y fecunda, pero anuncia el fin de una época llena de frutos (el verano) y la llegada de otra, de aparente esterilidad (el invierno).
Las hojas que ahora caen de los árboles serán abono para que surjan otras nuevas en la primavera. Vivamos la belleza del otoño y no dejemos de confiar en el Señor, que es el único que puede sacar bienes incluso de los males, tal como enseña san Juan de la Cruz.
Soria, 17 de octubre de 2023. Eduardo Sanz de Miguel, o.c.d
Parecida reflexión podemos hacer sobre otras aspectos de la misma realidad (participación en los sacramentos,...); será bueno también que pensemos, oremos y actuemos respondiendo a esta pregunta: lo que vivimos, nuestra vida cristiana ¿lo disfrutamos? del resto no nos preocupemos; a sembrar nos invita el Padre
14-8-2023
La estrella de fútbol Olivier Giroud, a los jóvenes de la JMJ:
«Yo también necesito hablar a Jesús»
Aunque no es muy frecuente que los futbolistas de élite hablen de su fe, hacerlo tampoco es un caso aislado. Especialmente si se suceden eventos religiosos que involucren a sus países o selecciones que representan.
Se vio en la JMJ de Madrid de 2011, cuando Emilio Butragueño, Fran, Donato y Rubén de la Red animaron a los peregrinos a acudir a la clausura del evento, un partido benéfico -el Gracias JMJ- con grandes estrellas de este deporte en el extinto Vicente Calderón. También hubo casos de muestras públicas de alegría por la JMJ de Panamá, como fueron el futbolista español Marc Bartra, el colombiano Juan José Narváez o Joaquín Sánchez.
Con el comienzo de las jornadas de Lisboa, van apareciendo los primeros casos de futbolistas internacionales que reiteran su apoyo, muestras de ánimo y, sobre todo, de fe pública.
Es el caso del francés Olivier Giroud, actualmente delantero del delantero A. C. Milan y de la propia selección francesa.
El canal de Youtube de la Iglesia católica en Francia sorprendía a sus seguidores con un mensaje del futbolista animando a los jóvenes -especialmente a sus compatriotas presentes en Lisboa- como "signo de esperanza" por su "anuncio del Evangelio".
"De una cosa estoy seguro: Dios os espera y quiere hablaros a cada uno de vosotros. No tengáis miedo de escucharle y de hablarle, y luego de rezar. Cuarenta mil franceses reunidos por la fe en Jesús. ¡Qué hermoso es eso!", expresó.
Se refirió a la Jornada Mundial de la Juventud como unos "días magníficos", a los que lamentó no poder acudir.
El vídeo, de dos minutos largos de duración, muestra al futbolista agradeciendo a Dios "las grandes cosas que ha realizado y sigue realizando" en su vida.
"Jesús le da sentido. Confío en Él"
"Jesús le da sentido, sé quién soy, a dónde voy, confío en Él y sé que está cerca de mí, presente en los buenos y malos momentos de mi vida. Como vosotros, yo también necesito de Su presencia, hablarle, leer Su Palabra, escucharle y pedirle perdón con frecuencia. Trato de ser su discípulo y de servirlo como futbolista, en mi vida diaria, con mi familia y amigos, en mis derrotas y victorias", concluyó.
No es la primera vez que el afamado futbolista se enorgullece de su fe en público. En sus partidos siempre es visible el tatuaje de su antebrazo con la cita "El Señor es mi pastor nada me falta", no es raro verle vestir camisetas con inscripciones como "Yo soy el camino, la verdad y la vida" y una imponente cruz resplandece tatuada en su espalda.
En una entrevista concedida en 2018 al diario Le Parisien, no titubeó en responder a quién le dedicó la victoria en el mundial: "Cristo Jesús. El me creó, me ha ayudado como hombre y como jugador profesional, dándome confianza, perseverancia y fe para no darme nunca por vencido".
Lejos de quedarse en marketing o palabrería, el jugador afirma rezar con frecuencia, también antes y durante cada partido. En el caso de la final contra Croacia, admite haberle pedido al Señor "un poco más". "Era el último paso y lo necesitaba más. Me escuchó", agregó.
Concretamente hay una devoción particular a la que acude en los momentos más exigentes, el "Jesús, en ti confío" de la Divina Misericordia, que contempla como "una fortaleza".
"Y después de cada vez que marco un gol, le doy gracias a Dios", agregó.
26-6-2023
La primera forma de evangelización: dar testimonio 22-3-2023
(catequesis del Papa Francisco)
Hoy nos ponemos a la escucha de la “carta magna” de la evangelización en el mundo contemporáneo: la exhortación apostólica Evangelii nuntiandi de san Pablo VI (EN, 8 de diciembre de 1975). Es actual, fue escrita en 1975, pero es como si hubiera sido escrita ayer. La evangelización es más que una simple transmisión doctrinal y moral.
Es en primer lugar testimonio: no se puede evangelizar sin testimonio; testimonio del encuentro personal con Jesucristo, Verbo Encarnado en el cual la salvación se ha cumplido. Un testimonio indispensable porque, ante todo, el mundo necesita «evangelizadores que le hablen de un Dios a quien ellos mismos conocen y tratan familiarmente» (EN, 76). No es transmitir una ideología o una “doctrina” sobre Dios, no. Es transmitir a Dios que se hace vida en mí: esto es dar testimonio; y además porque «el hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan, […] o si escuchan a los que enseñan, es porque dan testimonio» (ibid., 41). El testimonio de Cristo, por tanto, es al mismo tiempo el primer medio de la evangelización (cf. ibid.) y condición esencial para su eficacia (cf. ibid., 76), para que sea fructuoso el anuncio del Evangelio. Ser testigos.
Es necesario recordar que el testimonio comprende también la fe profesada, es decir, la adhesión convencida y manifiesta a Dios Padre e Hijo y Espíritu Santo, que por amor nos ha creado, nos ha redimido. Una fe que nos transforma, que transforma nuestras relaciones, los criterios y los valores que determinan nuestras elecciones. El testimonio, por tanto, no puede prescindir de la coherencia entre lo que se cree y lo que se anuncia y lo que se vive.
No se es creíble solamente diciendo una doctrina o una ideología, no. Una persona es creíble si tiene armonía entre lo que cree y lo que vive. Muchos cristianos solamente dicen que creen, pero viven de otra cosa, como si no lo fueran. Y esto es hipocresía. Lo contrario del testimonio es la hipocresía. Cuántas veces hemos escuchado “ah, este va a misa todos los domingos, y después vive así, así, así, así”: es verdad, es el contratestimonio.
Cada uno de nosotros está llamado a responder a tres preguntas fundamentales, así formuladas por Pablo VI: “¿Creéis verdaderamente en lo que anunciáis? ¿Vivís lo que creéis? ¿Predicáis verdaderamente lo que vivís?” (cf. ibid.). Hay una armonía: ¿crees en lo que anuncias? ¿Tú vives lo que crees? ¿Tú anuncias lo que vives? No nos podemos conformar con respuestas fáciles, preconfeccionadas. Estamos llamados a aceptar también el riesgo desestabilizante de la búsqueda, confiando plenamente en la acción del Espíritu Santo que obra en cada uno de nosotros, impulsándonos a ir siempre más allá: más allá de nuestros confines, más allá de nuestras barreras, más allá de nuestros límites, de cualquier tipo.
En este sentido, el testimonio de una vida cristiana conlleva un camino de santidad, basado en el Bautismo, que nos hace «partícipes de la divina naturaleza, y, por lo mismo, realmente santos» (Const. dogm. Lumen gentium, 40). Una santidad que no está reservada a pocos; que es don de Dios y requiere ser acogido y que fructifique para nosotros y para los demás. Nosotros elegidos y amados por Dios, debemos llevar este amor a los otros.
Pablo VI enseña que el celo por la evangelización brota de la santidad, brota del corazón que está lleno de Dios. Alimentada por la oración y sobre todo del amor por la Eucaristía, la evangelización a su vez hace crecer en santidad a la gente que la realiza (cf. EN, 76). Al mismo tiempo, sin la santidad la palabra dela evangelizador «difícilmente abrirá brecha en el corazón de los hombres de este tiempo», sino que «corre el riesgo de hacerse vana e infecunda» (ibid.).
Entonces, debemos ser conscientes que los destinatarios de la evangelización no son solamente los otros, aquellos que profesan otros credos o que no los profesan, sino también nosotros mismos, creyentes en Cristo y miembros activos del Pueblo de Dios. Y debemos convertirnos cada día, acoger la palabra de Dios y cambiar de vida: cada día. Y así se hace la evangelización del corazón. Para dar este testimonio, también la Iglesia en cuanto tal debe comenzar con la evangelización de sí misma.
Si la Iglesia no se evangeliza a sí misma se queda en una pieza de museo. En cambio, lo que la actualiza constantemente es la evangelización de sí misma. Necesita escuchar sin cesar lo que debe creer, las razones de su esperanza, el mandamiento nuevo del amor. La Iglesia, que es un pueblo de Dios inmerso en el mundo y, con frecuencia, tentado por los ídolos —muchos— siempre necesita oír proclamar las obras de Dios. En una palabra, esto quiere decir que la Iglesia siempre tiene necesidad de ser evangelizada, tiene necesidad de tomar el Evangelio, rezar y sentir la fuerza del Espíritu que va cambiando el corazón (cf. EN, 15).
Una Iglesia que se evangeliza para evangelizar es una Iglesia que, guiada por el Espíritu Santo, está llamada a recorrer un camino exigente, un camino de conversión, de renovación. Esto conlleva también la capacidad de cambiar los modos de comprender y vivir su presencia evangelizadora en la historia, evitando refugiarse en las cómodas zonas de la lógica del “siempre se ha hecho así”. Son refugios que enferman la Iglesia. La Iglesia debe ir adelante, debe crecer continuamente, así permanecerá joven. Esta Iglesia está completamente dirigida a Dios, por tanto, es partícipe de su proyecto de salvación para la humanidad, y, al mismo tiempo, enteramente dirigida hacia la humanidad.
La Iglesia debe ser una Iglesia que encuentra dialógicamente el mundo contemporáneo, que teje relaciones fraternas, que genera espacios de encuentro, aplicando buenas prácticas de hospitalidad, de acogida, de reconocimiento e integración del otro y de la alteridad, y que cuida de la casa común que es la creación. Es decir, una Iglesia que encuentra dialógicamente el mundo contemporáneo, dialoga con el mundo contemporáneo, pero que encuentra cada día al Señor y dialoga con el Señor, y deja entrar al Espíritu Santo que es el protagonista de la evangelización. Sin el Espíritu Santo nosotros podremos solamente hacer publicidad de la Iglesia, no evangelizar. Es el Espíritu Santo en nosotros, lo que nos impulsa hacia la evangelización y esta es la verdadera libertad de los hijos de Dios.
Queridos hermanos y hermanas, os renuevo la invitación a leer y releer la Evangelii nuntiandi: os digo la verdad, yo la leo a menudo, porque es la obra maestra de san Pablo VI, es la herencia que nos ha dejado a nosotros para evangelizar.
18-1-2023
¿Por qué Shakira y Piqué son noticia y no la masacre de Pentecostés?
Por Walter Sánchez Silva
7 de junio de 2022 /
En los últimos días, la prensa internacional siguió muy de cerca las tensiones entre la cantante colombiana Shakira y el futbolista del Barcelona, Gerard Piqué, quien le habría sido infiel con una joven de 22 años.
En un comunicado ambos anunciaron su separación y pidieron respeto a su privacidad “por el bienestar de nuestros niños”. Fruto de su relación iniciada en 2010, tienen dos hijos: Milan de 9 años y Sasha de 7.
Miles participan en emotivo funeral del San Francisco de nuestros días
Cuando los medios del mundo entero dedicaban varios artículos al drama matrimonial de los dos famosos, el domingo 5 de junio un grupo de hombres armados, que serían pastores musulmanes de la etnia fulani, ingresó a la iglesia católica San Francisco Javier en Nigeria, asesinado a decenas de personas que asistían a la Misa de la Solemnidad de Pentecostés.
Si bien algunos medios han informado sobre el hecho, la cobertura periodística fue minúscula en comparación a la difusión de las tensiones entre Shakira y Piqué.
Los medios publican lo que más vende
“Es natural que los medios de comunicación, que ante todo son un negocio, tiendan a publicar lo que más se vende, así sean cosas absolutamente frívolas como lo de la cantante y el futbolista”, dijo el P. Hugo Valdemar, sacerdote de la Arquidiócesis Primada de México, a ACI Prensa.
“Lo de los mártires nigerianos es un crimen pavoroso, pero a Occidente no le importa África y muchos menos si las víctimas son católicos. La reacción mediática desenmascara un mundo que se ha deshumanizado y se ha vuelto indolente y frívolo”, lamentó el sacerdote mexicano, que durante 15 años fue el director de Comunicación de la Arquidiócesis de México.
Sin embargo, continuó, “para quienes somos creyentes, la muerte de estos cristianos inocentes no es una derrota sino un glorioso triunfo, pues con su sangre derramada alcanzaron la palma gloriosa del martirio”.
Estos católicos “murieron para el mundo pero ahora gozan del triunfo de Cristo resucitado, no ha sido banal que su muerte haya sido en la celebración de la solemnidad de Pentecostés, pues finalmente el martirio ha sido para ellos una gracia concedida por el Espíritu Santo”.
“No podemos decir de ellos: ‘pobrecitos’, sino más bien: ‘dichosos’, ‘bienaventurados’ porque su martirio es un triunfo de la fe”, concluyó.
Las 3 razones de Fray Nelson
1. La banalidad de nuestra cultura
“Es una explicación válida. La superficialidad, alimentada por una cultura que exacerba el subjetivismo, el emocionalismo, el materialismo y el hedonismo conduce a una especie de fijación en aspectos de la vida social que objetivamente hablando tienen mucha menos importancia de la que se les suele dar”, explicó el sacerdote.
2. Es parte de la guerra cultural contra la fe cristiana
3. Muchas personas proyectan sus propias frustraciones en las historias de los famosos
En efecto, dijo Fray Nelson a ACI Prensa, “la empatía no es algo ‘automático’ sino que tiene sus condiciones previas; en concreto, es sabido que para que haya una empatía fuerte tiene que ver un margen amplio de coincidencia entre la persona que sufre y la persona que sabe de ese sufrimiento”.
En ese sentido, continuó el sacerdote dominico, “muchas personas sienten tremenda empatía con los dramas afectivos y domésticos, precisamente porque los sienten mucho más cercanos. Pocas personas saben lo que es sufrir por la fe y por ello sienten ajeno y casi irreal que una persona hiera, torture o mate a otra en razón de la fe”.
Para concluir, el sacerdote dijo que “nos corresponde a nosotros, creyentes en Cristo, y hermanos de quienes fueron masacrados recientemente en Nigeria, hacer visible y digna de amor nuestra fe, a la vez que mostramos las incoherencias y banalidad del mundo en que vivimos”.
26-12-2022
Yo pienso que sí, pero lo importante es que cada quien examine si tales palabras son de utilidad para su propia persona.
Aquí os dejo una muestra, con la sugerencia de que no os conforméis, si sois creyentes, con la interpretación de los sacerdotes. ¡Acudid directamente a los Evangelios!
Si no sois creyentes, igual podéis leer, dejando a un lado los prejuicios, unos textos plenos de sabiduría, mucha de la cual aún está vigente.
Aceptar el cambio
“Si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, permanece solo; pero, si muere, da mucho fruto”. Juan XII, 20
“…y la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo”. Marcos IV, 27
Agradar a todos
“¡Ay!, si todo el mundo habla bien de vosotros…” Lucas VI, 24-26
Ansiedad y miedo
“No se conturbe vuestro corazón, ni se acongoje”. Juan XIV, 27
“Contados están todos los cabellos de vuestra cabeza. Así que no tengáis miedo”.
“No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, que el alma no pueden matarla”. Mateo X, 28
“¿Y quién de vosotros, preocupándose, puede añadir un codo a la duración de su vida?” Lucas XII, 25
Asertividad y voluntad
“Levántate y sal al medio”. Marcos III, 3
“…y cuando el fruto está maduro, se mete la hoz…” Marcos IV, 29
“Y si alguno no os reciben ni escuchan vuestras palabras, salid de esa casa o de aquella ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies”. Mateo X, 13-15
“Toma lo tuyo y vete (…) ¿no me es permitido hacer de lo mío lo que quiero?”
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad a golpes y se os abrirá”. Lucas XI, 9
Autoconfianza
“…si alguno dice (…) y no vacila su corazón, sino que cree que lo dicho se ha de hacer, se le hará”. Marcos XI, 23
“…el que se mantenga firme hasta el final, ése se salvará”. Mateo X, 22
“Todo es posible al que cree”. Marcos IX, 23
Autocrítica
“Cuando veis levantarse una nube por el poniente, al punto decís: <Viene aguacero> (…) Hipócritas (…) ¿y el tiempo en que estamos, cómo no lo reconocéis? ¿Y cómo de vosotros mismos no discernís lo que es justo?” Lucas XII, 54-57
Autocuidado
“Mirad por vosotros mismos”. Lucas XVII, 3
Autoestima
“Tened sal en vosotros…” Marcos IX, 50
“…erguíos y alzad vuestras cabezas…” Lucas XXI, 28
Ayudar a los otros
“Gratis lo recibisteis, dad gratis”. Mateo X, 8
“…cuando hagas un convite, llama a los pobres (…) y serás dichoso, porque no tienen con qué recompensarte”. Lucas XIV, 12
Coherencia y compromiso
“…no hagáis conforme a sus obras, porque dicen y no hacen”. Mateo XXIII, 3
“Quien es fiel en lo mínimo, también en lo mucho es fiel; y quien en lo mínimo es infiel, también en lo mucho es infiel”. Lucas XVI, 10
“…lo que debíamos hacer, eso hicimos”. Lucas XVII, 10
“…donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. Lucas XII, 34
“…por el fruto se conoce el árbol”. Mateo XII, 33
Cuidar las palabras
“Porque de lo que abunda en el corazón habla la boca”. Mateo XII, 34
“De tu propia boca te juzgo”. Lucas XIX, 22
“Nada hay encubierto que no se descubra ni nada oculto que no se conozca”. Lucas XII, 2
“La verdad os hará libres”. Juan VIII, 32
Egocentrismo
“El que quiera ser primero, que sea último de todos y servidor de todos”. Marcos IX, 36
“Todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado”. Lucas XIV, 8
Atención (Mindfulness)
“Estad alertas, velad, porque no sabéis cuándo será el tiempo (…) no sea que, viniendo de repente, os encuentre dormidos”. Marcos XIII, 33-36
“¡Ojo con vosotros mismos!” Marcos XIII, 9
“Estén ceñidos vuestros lomos y encendidas vuestras lámparas…” Lucas XII, 35
“Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora”. Mateo XXV, 13
Procrastinar (dejar para luego)
“Lo que vas a hacer, date prisa en hacerlo”. Juan XIII, 27
“…pero no tienen raíces en sí mismos, sino que son inconstantes…” Marcos IV, 17
“Con vuestra constancia adquiriréis la salud de vuestras almas”. Lucas XXI, 19
Resiliencia
“Es menester, con todo, que hoy y mañana, y al día siguiente, siga yo mi camino…”
Salir de la zona de confort
“El que haya encontrado su vida la perderá”. Mateo X, 37
“Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza”. Mateo VIII, 20
Vivir plenamente
“Yo he venido para que tengan vida en abundancia”. Juan X, 10
(tomado de : Máximo Peña, periodista, psicólogo y especialista en intervención psicoterapéutica)
30-10-2022
Otra de "a mí no me toca" "y qué quieres que haga"
¿Dónde está tu hermano?
13-10-2022
El Director del Instituto de Psiquiatría y la Ley Trans
En plena polémica por el proyecto de ley Trans, el catedrático Celso Arango (Palma de Mallorca, 1968) es uno de los pocos profesionales que se atreve a hablar alto y claro de los peligros de la libre autodeterminación de género.
Director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental, y jefe del Servicio de Psiquiatría del Niño y del Adolescente del Hospital Gregorio Marañón, Arango advierte de una inquietante realidad: la eclosión de adolescentes que resuelven sus crisis asumiendo que son trans, cuando realmente no lo son. La proporción respecto a los que sí es "de 100 a 1", insiste el doctor.
Con la nueva ley, el peligro para todos estos jóvenes que se dejan llevar por lo que califica como "una moda" es más que evidente, ya que cambiar de género en el Registro Civil tan sólo es el paso previo para iniciar una hormonación que, tal y como él mismo advierte, es "irreversible", por mucho que se piense lo contrario. Así, el psiquiatra defiende que, si bien la transexualidad no es una enfermedad, es probable que el problema de estos adolescentes sea realmente otro tipo de trastorno que, sin acompañamiento médico, como pretende el Gobierno, puede quedar sin diagnosticar.
Precisamente por eso, Arango -que, además, es vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM), de la que fue presidente- no es capaz de entender que se excluya a los sanitarios de un proceso en el que, según defiende, son los que más tienen que decir: "A lo que quieren acceder es a tratamientos médicos financiados por el Sistema Nacional de Salud: hormonas y cambio de sexo quirúrgico. Y eso, que yo sepa, lo hacen los médicos".
Pregunta: ¿Es verdad que hay un gran grupo de adolescentes que se aferran a lo trans no porque realmente lo sean, sino porque creen que esa es la solución a sus problemas?
Respuesta: Sí, y además es un fenómeno que está creciendo. A mí, como psiquiatra, me preocupan cero las personas trans, porque hace tiempo que la Organización Mundial de la Salud decidió desmedicalizar la transexualidad y, como no es un trastorno mental, no me preocupa. Ahora, los que sí me preocupan muchísimo, porque los veo todos los días, son los que no son trans y dicen serlo, porque a los trans que llevan toda la vida diciendo que están en un cuerpo equivocado hay que darles una solución, y es evidente que, en su caso, el cambio de sexo hormonal y quirúrgico en muchos casos sí funciona. Pero esos siempre han sido casos excepcionales.
El problema es que ahora los otros son muchísimos más que los primeros, pero muchísimos, y estoy hablando de un orden de magnitud de 100 a 1.
Se empieza a hablar de cosas que antes no existían y de repente se convierte en algo muy popular, como los adolescentes que se cortan, etc.
P: ¿Y a qué lo achaca usted?
R: Pues a las modas. Se empieza a hablar de cosas que antes no existían y de repente se convierte en algo muy popular, como los adolescentes que se cortan, etc. Ahora lo que está de moda es que los jóvenes que tienen algún tipo de trastorno mental como trastornos de la personalidad, depresiones, autismo, asperger, etc., de repente, de la noche a la mañana, dicen ‘ya sé lo que me pasa: soy trans y ésa es la solución a mis problemas’. Y es entonces cuando se convencen de que lo que necesitan es tener un sexo distinto y, como se está yendo a un modelo en el que no es necesaria la autorización judicial, incluso parece que no lo será en menores, estos chicos acceden a las hormonas muy fácilmente a través de sistemas privados. ¿Y qué es lo que estamos viendo? Pues que, pasado un año, dos o tres, se arrepienten y dicen ‘pues resulta que no era esto lo que me pasaba, debe ser otra cosa, porque sigo igual o estoy peor incluso’.
El problema es que esto es irreversible y entonces tienen una doble carga, y esto no lo podemos permitir.
"La transexualidad es homofobia, terapia de conversión para homosexuales"
P: Más allá de lo evidente, que es el cambio de sexo quirúrgico… ¿Por qué dice que es irreversible?
R: Pues porque la hormonación misma te hace perder fertilidad, puede que no seas capaz de tener hijos nunca. En el caso de que te quiten un pene o una vagina, ya no lo vuelves a recuperar y con la doble mastectomía, te puedes poner unos implantes, pero, desde luego, que lo que tendrás ya será otra cosa, no un pecho, con lo que pierdes, por ejemplo, la capacidad de amamantar. En definitiva, ya no vas a tener nunca el cuerpo que tenías antes.
En Suecia, Noruega y Reino Unido han dejado de financiar estas cosas, porque han visto que por una persona a la que le viene bien, hay 100 a las que le viene mal
P: ¿Y cree que la sociedad es realmente consciente de todos estos riesgos?
R: No, porque lo minimizan, y como es guay, es cool, está de moda en las redes sociales y hay gente que hace negocio con esto, pues entonces te hacen creer que vas a encontrar tu verdadera identidad y que te va a cambiar la vida. Y el gran problema que hay es que se legisla desde los despachos de los ministerios. Ése es el problema. Yo a esta gente les invitaría a todos a venir a una unidad de hospitalización de psiquiatría de adolescentes y hablar con los chavales que tenemos ingresados y ver lo que les está pasando de verdad, escucharlo de su boca y de la de sus familias. Y, además, es que sólo tienen que mirar lo que ha sucedido en Suecia, Noruega y Reino Unido, donde han dejado de financiar estas cosas, porque han visto que por una persona a la que le viene bien, hay 100 a las que le viene mal.
P: Con la nueva ley, esta gente va a dejar de tener un acompañamiento médico, con lo cual, en muchos casos, habrá trastornos que no se descubran…
R: Tal cual. Y lo que tenemos que detectar son esos casos en los que una persona, por una crisis de personalidad en la adolescencia o por un cuadro de depresión, de autismo, de alto funcionamiento o lo que sea, un día de repente se levanta por la mañana diciendo que es trans, cuando realmente no lo es. Esperemos un tiempo y evaluemos, porque dentro de una semana igual nos dice que menuda tontería estaba diciendo, igual que cuando se levanta diciendo que se quiere matar. Pues igual a la semana siguiente, si se le da el tratamiento que necesita para su cuadro depresivo, ya no se quiere matar, ¿no?
La adolescencia es un momento de la vida de enormes incertidumbres e inestabilidades, y hay cosas que en la adolescencia parecen clarísimas y luego no lo son
P: Entonces, ¿únicamente está en contra de la libre autodeterminación de los menores?
R: No, yo de lo que estoy en contra es de que no se haga un diagnóstico diferencial de lo que no es trans, ya sea en menores o en adultos. Con los menores, todavía más, porque la adolescencia es un momento de la vida de enormes incertidumbres e inestabilidades, y hay cosas que en la adolescencia parecen clarísimas y luego no lo son. Pero soy partidario de ese diagnóstico en todos los casos, porque, antes de dar o hacer algo que es irreversible, tenemos que asegurarnos de ello. Yo no hago un trasplante hepático a alguien porque me diga que eso es lo que necesita. Yo le hago dos mil pruebas para ver si realmente lo necesita y si le va a venir bien. Y ya digo que está habiendo un incremento bestial de adolescentes que de repente asumen ser trans sin serlo. ¿Tenemos ahora un 500% o un 1.000% más de casos trans que antes? No. Simplemente ahora hay gente que lo dice como podría decir cualquier otra cosa, como que la vida no tiene sentido o que quieren ser ricos.
A lo que quieren acceder es a tratamientos médicos financiados por Sistema Nacional de Salud y eso, que yo sepa, lo hacen los médicos.
P: El problema es que el Gobierno no quiere que entre en juego ningún profesional médico, porque entiende que eso significa considerar la transexualidad una enfermedad…
R: Pero vamos a ver… Una cosa puede ser o no una enfermedad, pero habrá que ver lo que es, ¿no? Y yo lo he dicho al principio: a mí no me preocupan los trans de verdad, pero habrá que hacer un buen despistaje. ¿O es que les va a hacer la cirugía un carnicero o les va a dar un tratamiento hormonal un camionero? Es que a lo que quieren acceder es a tratamientos médicos… Tratamientos médicos financiados por el Sistema Nacional de Salud: hormonas y cambio de sexo quirúrgico. Y eso, que yo sepa, lo hacen los médicos.
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P: En todo caso, antes de ser aprobada, la nueva ley Trans tiene que ser debatida en el Congreso… ¿Qué le pediría al Gobierno y a los grupos parlamentarios?
R: Con que miren lo que ha pasado en otros países yo ya me conformaría. Eso y que actúen en consecuencia, claro, que no cierren los ojos. El problema es la ideologización, el decir ‘voy a hacer esto, pase lo que pase y sin basarme en la evidencia’. Lo que tienen que hacer es escuchar a los técnicos, escuchar a los clínicos, escuchar a las familias y dejarse aconsejar por lo que sucede realmente, no por lo que les dicta su ideología, su corazón o su cabecita, sino por lo que está pasando realmente, por lo que es lo pragmático, la realidad. Y la realidad es que esta masificación y estas modas, con una puerta abierta a tratamientos médicos irreversibles, sin ningún tipo de discriminación ni de evaluación, generan más problemas que soluciones.
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