NUESTRAS PARROQUIAS

Buscamos unas Parroquias que sean Comunidades generadoras de vida, en ella fuimos engendrados por el Bautismo, y ella acompaña a sus hijos desde que nacen hasta que mueren. Escuela en la que nos formamos y maduramos unos con otros en la fe por la evangelización y la formación, como tarea permanente de conversión personal y comunitaria, entendida como un proceso dinámico que nunca acaba, como experiencia profunda de Dios e interiorización de la vida de Cristo (Gál 2,20; Filp 1,21). Debe ser un lugar de encuentro y vínculo de comunión, casa abierta a todos, hogar de los pobres, plataforma misionera, donde aprendemos y vivimos en libertad, fermento de nueva humanidad. Atenta a los signos de los tiempos y a las necesidades de nuestra gente


Bizitza sortzen duen Parrokia baten bila gabiltza, bertan Bataioaren bidez sortu ginen, eta gure seme-alabei jaiotzetik hil arte laguntzen diena. Katekesi eta ebanjelizazioaren fedean hezten eta heltzen garen ikastetxea da, bihurtze pertsonal eta komunitarioko etengabeko zeregin bezala, inoiz bukatzen ez den prozesu dinamiko bat bezala ulertua, Jainkoaren esperientzia sakona eta Kristoren bizitzaren barnerapen bezala (Gal 2,20; Filp 1,21). Topagune eta elkarte-lotura izan behar du, denontzat irekitako etxea, behartuen etxebizitza, plataforma misiolaria, aske ikasi eta bizitu dezakegunak, gizarte berri baten hartzigarria.


viernes, abril 21, 2023

IRINA

 

 

 

Hay fotos que hablan por sí solas. Nos atrapan el corazón, pero sobre todo conducen nuestra imaginación hacia otras realidades. Es el espacio donde el misterio se convierte en el sufrimiento más desgarrador, donde la vida duele, donde el mal parece que se encarna. Radiografían la realidad y congelan la densidad de la humanidad en tan solo un instante.

Esta foto –cuyo autor es Evgeny Maloletka– es la ganadora del World Press Photo, uno de los premios más prestigiosos de fotografía. Pero es la foto también de una madre, Irina, el día que alumbró a su ansiado hijo y el mismo día que murió en medio de un alto el fuego. Su criatura había fallecido poco antes en un bombardeo sobre una maternidad de Mariupol.

A veces solo queda callar y contemplar la realidad que habla por sí sola, porque para muchas personas, el presente es un infierno y el futuro es tan cruel que sólo queda la esperanza en Dios. El silencio se convierte en la única palabra comprensible.

Que no dejemos de mirar la realidad y de reconocer que hay un Dios que nos llama a la misericordia más allá de la sinrazón humana.

 

 

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