Hoy hemos celebrado la Eucaristía del Valle de Salazar y Almiradío de Navascués, "EN ESTA CUARESMA, SAL DE TU TIERRA" Cada dos meses se celebra en el Valle una sola eucaristía, se suspenden las demás, con el objetivo de reunirnos todos los pueblos en una de las parroquias, esta vez fue en la parroquia San Román en Ezcároz. Gracias a los que salen de sí mismo y vamos al encuentro de los otros, eso es ser la Comunidad de Jesús.
Lo normal es que busquemos la COMODIDAD. Sí: buscamos seguridad, protección. Nos instalamos en nuestro pueblo, en nuestra casa. Nos acomodamos a nuestras costumbres y tradiciones. Nos dedicamos a repetir y a conservar lo conseguido. La tentación es preferir ver la misa en la tv, desde la comodidad de nuestro sofá en vez de salir al encuentro de la comunidad. Pero una iglesia sin ideales es una iglesia muerta, y un cristiano sin utopías se pudre en su propia mezquindad. La mediocridad es siempre un pecado.
¡Sal de tu tierra, sal de ti mismo!... No te contentes con caminar por la playa con el agua hasta los tobillos: métete mar adentro. No te contentes con pasear por la falda de la montaña: atrévete a escalar la cumbre. ¡Felices los que tienen hambre y sed de perfección!
Cuando Dios se acerca al hombre, a la mujer, lo DES-INSTALA. "¡Sal de tu tierra, de tu pueblo y de tu casa!". Hay otros horizontes que descubrir. Otras tierras que recorrer. Otros ideales que conquistar. Si seguimos de verdad a Cristo, si queremos responder a su llamada, si somos coherentes con nuestra propia vocación, es preciso: "salir de nosotros mismos” dejar nuestros egoísmos, nuestros apegos, pecados.
Por una Iglesia Sinodal: comunión, participación, misión
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