NUESTRAS PARROQUIAS

Buscamos unas Parroquias que sean Comunidades generadoras de vida, en ella fuimos engendrados por el Bautismo, y ella acompaña a sus hijos desde que nacen hasta que mueren. Escuela en la que nos formamos y maduramos unos con otros en la fe por la evangelización y la formación, como tarea permanente de conversión personal y comunitaria, entendida como un proceso dinámico que nunca acaba, como experiencia profunda de Dios e interiorización de la vida de Cristo (Gál 2,20; Filp 1,21). Debe ser un lugar de encuentro y vínculo de comunión, casa abierta a todos, hogar de los pobres, plataforma misionera, donde aprendemos y vivimos en libertad, fermento de nueva humanidad. Atenta a los signos de los tiempos y a las necesidades de nuestra gente


Bizitza sortzen duen Parrokia baten bila gabiltza, bertan Bataioaren bidez sortu ginen, eta gure seme-alabei jaiotzetik hil arte laguntzen diena. Katekesi eta ebanjelizazioaren fedean hezten eta heltzen garen ikastetxea da, bihurtze pertsonal eta komunitarioko etengabeko zeregin bezala, inoiz bukatzen ez den prozesu dinamiko bat bezala ulertua, Jainkoaren esperientzia sakona eta Kristoren bizitzaren barnerapen bezala (Gal 2,20; Filp 1,21). Topagune eta elkarte-lotura izan behar du, denontzat irekitako etxea, behartuen etxebizitza, plataforma misiolaria, aske ikasi eta bizitu dezakegunak, gizarte berri baten hartzigarria.


domingo, enero 19, 2025

METAS U HORIZONTES



¿Cuántas veces hemos dicho, “ojalá llegue el fin de semana”, “ojalá lleguen las vacaciones” u “ojalá llegue el día x”, solo para llegar a ese momento y volver a desear un momento futuro?. Este ciclo vicioso deja presente el descontento actual y la tendencia humana de buscar satisfacción en lo que vendrá, dando la sensación de no tener suficiente nunca.

Pendientes del futuro y obsesionados con objetivos concretos -aunque sea simplemente el de alcanzar un día-, es fácil olvidarse de la grandeza de los pequeños detalles, de las experiencias diarias y lo más preocupante, olvidarse de lo más importante: de nuestro horizonte. Ese horizonte que no es otro que Dios.

Este enfoque engañoso nos conduce a confundir la forma de vivir la vida. Y es que vivir la vida por objetivos no es lo mismo que vivirla por un horizonte. Y es, precisamente a vivir por objetivos, a lo que nos enfrentamos en una sociedad que nos invita a la ser el primero, a tener más, a correr en busca de logros y méritos que, en muchas ocasiones, al alcanzarlos, nos acaban dejando un vacío al cabo de poco tiempo.

Por ello, vivamos enfocados, y seamos conscientes de que con la mirada puesta en el horizonte, comprendemos que el verdadero valor de la vida está en el viaje mismo, en cada paso que damos, en cada día, y no en alcanzar simples metas. Así, comprendemos que la plenitud no se encuentra solo en alcanzar metas, sino en aprender a caminar el camino. Ni más ni menos.

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