NUESTRAS PARROQUIAS

Buscamos unas Parroquias que sean Comunidades generadoras de vida, en ella fuimos engendrados por el Bautismo, y ella acompaña a sus hijos desde que nacen hasta que mueren. Escuela en la que nos formamos y maduramos unos con otros en la fe por la evangelización y la formación, como tarea permanente de conversión personal y comunitaria, entendida como un proceso dinámico que nunca acaba, como experiencia profunda de Dios e interiorización de la vida de Cristo (Gál 2,20; Filp 1,21). Debe ser un lugar de encuentro y vínculo de comunión, casa abierta a todos, hogar de los pobres, plataforma misionera, donde aprendemos y vivimos en libertad, fermento de nueva humanidad. Atenta a los signos de los tiempos y a las necesidades de nuestra gente


Bizitza sortzen duen Parrokia baten bila gabiltza, bertan Bataioaren bidez sortu ginen, eta gure seme-alabei jaiotzetik hil arte laguntzen diena. Katekesi eta ebanjelizazioaren fedean hezten eta heltzen garen ikastetxea da, bihurtze pertsonal eta komunitarioko etengabeko zeregin bezala, inoiz bukatzen ez den prozesu dinamiko bat bezala ulertua, Jainkoaren esperientzia sakona eta Kristoren bizitzaren barnerapen bezala (Gal 2,20; Filp 1,21). Topagune eta elkarte-lotura izan behar du, denontzat irekitako etxea, behartuen etxebizitza, plataforma misiolaria, aske ikasi eta bizitu dezakegunak, gizarte berri baten hartzigarria.


martes, diciembre 07, 2021

El Adviento y la pandemia

 

 El Adviento nos trae igualdad. 

La última lección, inesperada aunque muy obvia, que nos está trayendo la covid con su variantes es que los humanos solo podemos salvarnos a partir de una igualdad fundamental. La reacción de “nosotros primero”   pareció muy eficaz de momento. Pero, a más largo plazo, ha resultado inútil: anteayer nos dijeron que esa variante había aparecido solo en Sudáfrica y hoy nos cuentan que ya se ha detectado en varios países europeos. Mientras en Europa hay varios países que han cubierto el 70% de su vacunación, en África ningún país pasa del 7%. ¿Dónde está la cacareada aldea global?  Éramos aldea global a la hora de sacar provecho del otro; pero a la hora de ayudarlos a que tuvieran una seguridad como la nuestra, volvimos a ser un planeta dividido.  Y el bicho nos recuerda,  o nos salvamos todos o seguiremos amenazados todos. Con las consecuencias psicológicas que estamos viendo que tiene esa amenaza para aquellos que no han sido víctimas de la covid19: que, a la pandemia vírica le acompaña otra pandemia psíquica. Porque los países que se creen “desarrollados”, serán más ricos pero no son más fuertes.  Una verdad radicalmente cristiana:  hay una palabra que siendo totalmente “laica” es, a la vez, profundamente teológica. Y es la palabra igualdad. Los humanos somos todos hijos de un mismo Padre y, como hijos, somos todos hermanos en Cristo, e iguales en dignidad y derechos. Por eso los racismos han sido siempre gravemente pecaminosos: tanto si era el racismo de la etnia, o el de la nación o, como sucede ahora, “el racismo del dinero”. El Adviento nos hace recordar estas verdades, Jesús nace para todos.  La necesidad de una igualdad ante la pandemia  nos lleva a la necesidad de una igualdad global. Cuando creíamos estar saliendo ya del oscuro túnel pandémico, es de temer que estemos otra vez como al principio y que esa sea “la antigua normalidad” a la que queríamos regresar…. Todo por los egoísmos y desigualdades en la salida. Como en aquella vieja parábola del teatro incendiado en el que, por querer salir todos el primero, acabaron pisoteándose unos a otros y no pudo salir casi nadie.

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