NUESTRAS PARROQUIAS

Buscamos unas Parroquias que sean Comunidades generadoras de vida, en ella fuimos engendrados por el Bautismo, y ella acompaña a sus hijos desde que nacen hasta que mueren. Escuela en la que nos formamos y maduramos unos con otros en la fe por la evangelización y la formación, como tarea permanente de conversión personal y comunitaria, entendida como un proceso dinámico que nunca acaba, como experiencia profunda de Dios e interiorización de la vida de Cristo (Gál 2,20; Filp 1,21). Debe ser un lugar de encuentro y vínculo de comunión, casa abierta a todos, hogar de los pobres, plataforma misionera, donde aprendemos y vivimos en libertad, fermento de nueva humanidad. Atenta a los signos de los tiempos y a las necesidades de nuestra gente


Bizitza sortzen duen Parrokia baten bila gabiltza, bertan Bataioaren bidez sortu ginen, eta gure seme-alabei jaiotzetik hil arte laguntzen diena. Katekesi eta ebanjelizazioaren fedean hezten eta heltzen garen ikastetxea da, bihurtze pertsonal eta komunitarioko etengabeko zeregin bezala, inoiz bukatzen ez den prozesu dinamiko bat bezala ulertua, Jainkoaren esperientzia sakona eta Kristoren bizitzaren barnerapen bezala (Gal 2,20; Filp 1,21). Topagune eta elkarte-lotura izan behar du, denontzat irekitako etxea, behartuen etxebizitza, plataforma misiolaria, aske ikasi eta bizitu dezakegunak, gizarte berri baten hartzigarria.


domingo, noviembre 10, 2024

GUSTAVO GUTIERREZ Y LA LIBERACIÓN DE LA TEOLOGÍA



Nuestro hermano Gustavo Gutiérrez ha partido a la casa del Padre. Su obra y el camino que nos ha ayudado a hacer, nos acompañarán siempre. Nació en 1928 en Lima y ya como sacerdote publicó su libro más emblemático: Teología de la Liberación: Perspectivas en 1971. Con este texto recogió la profunda experiencia y reflexión que la Iglesia latinoamericana vivió al asumir la renovación que el Concilio trajo, y que llevó a pensar y vivir la fe desde los pobres y excluidos.

¿Cómo hablar de Dios desde la experiencia del pobre? Fue la pregunta que movilizó su vida y sus búsquedas. Escudriñando caminos y urdiendo reflexiones desde lo más real de nuestra América, comenzó un movimiento que liberó a la teología de cargas y entramados, poniéndola al servicio de la esperanza de un pueblo sediento de Dios, justicia y esperanza.

Gracias a su profundidad y altura intelectual, como buen dominico, recordó a toda la Iglesia que la búsqueda de Dios, especialmente en la teología, está vacía si no implica la vida real y concreta. Es necesario beber del propio pozo, como señala en su obra del mismo nombre. No podemos conocer a Dios sin comprometernos con nuestras aguas, en todas sus dimensiones y calidades, y abriéndonos a la vida y los dolores de quienes más sufren.

¡Gracias hermano Gustavo por ayudarnos a escuchar el canto de los pobres!

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